Ponerle banda sonora a tu vida podría marcar la diferencia entre la salud y la enfermedad, pues las melodías tendrían un efectivo regulador y reconstructivo en los sistemas regenerativos del cuerpo.
El director artístico y musical de la Orquesta Filarmónica Metropolitana de Anzoátegui (OFMA) , Oswaldo Pajares, asegura que "la música tiene el poder de sanar el cuerpo y el alma, pues nuestro cuerpo se sincroniza con las melodías y libera serotonina, la dopamina, las endorfinas y la oxitocina, conocidas como las hormonas de la felicidad".
Esto iría más allá, pues el cardiólogo hemodinamista, Pedro Lovaglio, especialista en la salud cardiovascular de la Unidad Cardiólogica Sagrada Familia dice que "las melodías regulan el ritmo cardíaco, bajan la presión arterial y evitan el riesgo de arteriosclerosis pero no solamente la parte cardiovascular, sino que ayuda en los procesos de pérdida de peso, en los ciclos de sueño, entre otros".
Tanto Lovaglio como Pajares coinciden en que la música también sirve para superar procesos depresivos, estrés, contribuye a la interacción social y a la activación del sistema inmunológico.
Para Lovaglio "debemos ponerle banda sonora a nuestra vida, nuestro cuerpo lo agradecerá enormemente retribuyéndonos con un mejor estado de salud".
Lechería / Redacción web / NDP