La escudería McLaren ha escenificado en el circuito de Silverstone la puesta de largo del nuevo MCL38 que conducirán el británico Lando Norris y el australiano Oscar Piastri en el Mundial de Fórmula Uno 2024, y lo ha hecho con la confianza de continuar con la progresión de la pasada temporada, aunque por el momento todas las miradas están puestas en los entrenamientos y el inicio de la campaña en Baréin.
Días después de presentar la decoración para este año del equipo británico, en la que incorpora los que considera elementos favoritos para los aficionados, colores papaya y antracita con un toque de cromo, McLaren comenzó a rodar de forma promocional.
El equipo tiene centradas las miradas en los entrenamientos de pretemporada que tendrán lugar en el circuito de Baréin entre el 21 y el 23, antes de la primera carrera, fijada para el 2 de marzo en el trazado de dicho país asiático.
Zak Brown, director ejecutivo, expresó su felicidad por ver el nuevo monoplaza para 2024 en pista y «comprobar el duro trabajo y la dedicación del equipo» y aseguró que tienen que «ser realistas, ya que todos los equipos habrán progresado fuera de temporada».
Andrea Stella, director de equipo, también manifestó que tratarán de «aprovechar el impulso de la temporada pasada» pero igualmente se refirió a la necesidad de ser realistas porque todos los rivales también habrán mejorado y «encontrado competitividad para sus coches de 2024».
Lando Norris, sexto en la clasificación final del pasado Mundial, mostró sus ganas por probar el coche en Baréin y aseguró que tiene «plena confianza en el equipo» y en que continuarán «avanzando tras el cambio de rumbo de la temporada pasada».
Por su parte, Oscar Piastri, noveno en la clasificación general de 2023, admitió que no sabrán dónde están «en términos de competitividad» hasta que corran en Baréin, pero resaltó que se han preparado lo mejor que han podido en el simulador y trabajando con todo el equipo que ha construido el coche.
Londres / EFE