El papa Francisco advirtió este jueves de que "si cerramos nuestros ojos y oídos, si permanecemos inertes, seremos cómplices" de la trata de personas.
El pontífice lanzó un mensaje con motivo de la décima Jornada Mundial de Oración y Reflexión contra la Trata de Personas que la Iglesia conmemora.
Esta jornada se celebra en memoria litúrgica de santa Josefina Bakhita, la religiosa sudanesa que en su infancia fue vendida como esclava y fue víctima de trata.
"Santa Bakhita nos anima a abrir los ojos y los oídos, para ver a los que permanecen invisibles y escuchar a los que no tienen voz; para reconocer la dignidad de cada uno y para actuar contra la trata y contra toda forma de explotación", se lee en el mensaje publicado por el Vaticano.
Francisco denunció que "La trata es a menudo invisible" a pesar de "que los medios de comunicación, gracias también a reporteros valientes, arrojan luz sobre las esclavitudes de nuestro tiempo".
"Pero la cultura de la indiferencia nos anestesia. Ayudémonos recíprocamente a reaccionar, a abrir nuestras vidas y nuestros corazones a tantas hermanas y tantos hermanos que son tratados como esclavos. Nunca es demasiado tarde para decidirse a hacerlo", agregó Francisco.
El pontífice instó "a escuchar a quien sufre". "Pienso en las víctimas de los conflictos y de las guerras, en cuantos han sufrido los efectos del cambio climático, en las multitudes de migrantes forzosos y en quienes son objeto de explotación sexual o laboral, de forma particular. Escuchemos su llamada de auxilio, dejémonos interpelar por sus historias", pidió.
Y apuntó que "es posible combatir la trata, pero es necesario llegar a la raíz del fenómeno, erradicando las causas".
Hizo un llamamiento "a no quedarnos paralizados, a movilizar todos nuestros recursos en la lucha contra la trata y por la restitución de la plena dignidad a quienes han sido sus víctimas".
Ciudad del Vaticano / EFE