Las calles de Carúpano en el estado Sucre lucían desiertas este 1 de enero, tras el asueto de año nuevo. Sólo pocos negocios abrieron al inicio de 2024.
Algunas personas entraban y salían de la Mansión del Pan, en la esquina entre las calles Güiria y Juncal, para buscar el pan fresco o sencillamente, desayunar en el sitio.
Era el caso de Mario González, que salió temprano para comprar pan para acompañar las pocas hallacas que quedaban en su casa luego de la cena de año nuevo.
En las esquinas estaban dispuestos cúmulos de basura, mientras obreros del servicio de recolección se afanaban en la limpieza de aceras y cunetas.
Pedro Ortega, un taxista que esperaba pasajeros en la calle Libertad, dijo que el 31 hubo actividad comercial hasta las 10 de la noche, por lo que el centro era un verdadero desastre. “Hoy fue que comenzaron a recoger la basura”.
En los balnearios fue pasado el mediodía cuando se comenzó a notar afluencia de bañistas, debido a que amaneció con una lluvia pertinaz. Pero pasadas las 10 de la mañana ya se había despejado el clima.
En Playa Grande, la bahía lucía hermosa y transparente, y con temporadistas dispersos a lo largo de la cinta costera.
Mirian Pérez, procedente de la zona sur del municipio, indicó que salió el primer día del año para bañarse en el mar y atraer buenas energías.
Más adelante, hacia la última escollera, otra familia completa disfrutaba del buen clima y la pulcritud del mar.
En Tío Pedro, en cambio, el oleaje era fuerte y no había visitantes, situación que probablemente cambiaria luego del mediodía.
Bermúdez/ Yumelys Díaz