La venezolana Yulimar Rojas agrandó en 2023 su leyenda con el cuarto título de campeona del mundo de triple salto al aire libre, en un año en el que el español Mohamed Katir se consagró como uno de los mejores mediofondistas del planeta, junto con el noruego Jakob Ingebrigtsen, y en el que Kelvin Kiptum y Tigist Assefa batieron los récords en maratón.
Yulimar, a sus 28 años, posee un palmarés inigualable. Ha sido cuatro veces campeona del mundo al aire libre, tres de pista cubierta y medallista de oro en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, así como dos veces ganadora del premio a ‘Mejor atleta del año’ que otorga World Athletics.
Este año, de nuevo a las órdenes del cubano Iván Pedroso, que lleva dirigiendo con éxito su carrera como si fuera un diamante al que pulir cada temporada para sacar el máximo rendimiento, ganó el oro en el Mundial de Budapest con suspense. Lo hizo en el último intento con un salto de 15,08, muy alejado de su récord de 15,67.
En ese Mundial de Budapest también destacaron atletas como el británico Josh Kerr, que no entraba en las quinielas para el oro de los 1.500 metros, pese a llegar con la tercera mejor marca del año entre los doce finalistas, y se impuso al noruego Jakob Ingebrigtsen, que se resarció con el título de 5.000 y previamente, cinco meses antes en el Europeo de pista cubierta de Estambul, había ganado el oro en 1.500 y 3.000.
Aparte de Kerr, el que también hizo sombra a Ingebrigtsen esta temporada fue el español Mohamed Katir, que, tras ganar el oro en los 1.500 del Europeo por equipos en junio en Polonia, se presentó en el Mundial dispuesto a refrendar el bronce conseguido el año anterior en el también Mundial de Eugene. En Budapest, en un mano a mano con el noruego que puso en pie a todo el estadio, dio una lección de pundonor y conquistó una plata de muchísimo valor.
En 2023 también se autoproclamó nueva reina de la velocidad la estadounidense Sha’Cari Richardson, que, a sus 23 años, destronó a la jamaicana Shelly-Ann Fraser-Pryce con los oros en el Mundial de Budapest en 100 metros y el relevo 4×100 y el bronce en los 200. Además, con su estilismo y sus excentricidades, que llaman la atención dentro y fuera de la pista, su imagen está traspasando las fronteras de la pista de atletismo.
Su compatriota, Noah Lyles, llegó a Budapest con el objetivo de llevarse tres oros en 100, 200 y el relevo 4×100 y lo cumplió, convirtiéndose en el hombre más veloz del atletismo internacional en la actualidad. Lo que no pudo lograr es su ansiado deseo de ser el hombre más rápido de la historia superando a Usain Bolt en los 200, ya que registró 19.52 por 19.19 del jamaicano.
La keniana Faith Kypiegon volvió a demostrar en 2023 que es la indiscutible reina del mediofondo internacional en los 1.500 y los 5.000, dos pruebas que ganó con solvencia en el Mundial y que agigantan un palmarés que incluye dos medallas de oro en Juegos Olímpicos en 1.500 (Río 2016 y Tokio 2020), tres oros mundiales en 1.500 (Londres 2017, Eugene 2022 y Budapest 2023) y otro en 5.000 (Budapest) y cinco títulos de la Liga Diamante (2015, 2017, 2021, 2022 y 2023).
El ugandés Joshua Cheptegei, plusmarquista mundial de 5.000 y 10.000, conquistó el oro en Budapest en los diez kilómetros por tercera vez consecutiva agrandando una leyenda que le acerca al etíope Haile Gebrselassie, que ganó cuatro títulos seguidos entre 1993 y 1999.
Con la incógnita sobre su futuro tras la eliminación de los 50 kilómetros del programa olímpico y la sustitución de los 35 por un maratón mixto de cara a París 2024, dos españoles brillaron con luz propia este año.
María Pérez y Álvaro Martín se proclamaron reyes de la marcha mundial al ganar en Budapest, con sendas exhibiciones, las dos pruebas de 20 y 35 kilómetros. Lo hicieron con una gran superioridad para reivindicar su disciplina ante el temor por la supresión de algunas distancias por parte del Comité Olímpico Internacional con el beneplácito de World Athletics, aunque su presidente, Sebastian Coe, ya ha anunciado que al menos hasta Los Ángeles 2028 hay marcha asegurada, aunque con cambios de formato.
Eso es precisamente lo que no gusta a gran parte de los marchadores. De hecho, atletas de España, Portugal, Francia, Alemania, República Checa, Finlandia y Reino Unido posaron en mayo, en Podebrady (República Checa), en el Europeo por equipos, con una pancarta que ponía: «Respeto, marcha olímpica desde 1908. Somos el deporte. Nos vemos en Los Ángeles 2028».
El maratón volvió a acaparar todos los focos este año con tres nombres propios: Kelvin Kiptum, Tigist Assefa y Eliud Kipchoge.
El joven keniano Kelvin Kiptum, de apenas 24 años -23 cuando corrió en Chicago-, destrozó en la ciudad estadounidense, con un tiempo de 2h00:35, la anterior plusmarca mundial de maratón que estaba en posesión de Kipchoge, convirtiéndose en el primer atleta en bajar de las 2h01 en toda la historia en una carrera oficial.
Kipchoge, que promete un duelo de muchos quilates en el maratón de los Juegos Olímpicos de París frente a su compatriota, también vivió un año 2023 inolvidable al recoger en la ciudad española de Oviedo el premio Princesa de Asturias de los Deportes, uno de los reconocimientos más prestigiosos a nivel internacional.
La otra gran protagonista del año en maratón fue la etíope Tigst Assefa, que dio una auténtica exhibición sobre el asfalto de Berlín para rebajar en más de dos minutos el récord del mundo anterior que poseía Brigid Kosgei desde 2014 con 2h14:04, estableciendo una nueva plusmarca mundial con 2h11:53. Además lo hizo calzando las Adidas Adizero Pro Evo 1, las zapatillas de 500 euros y tirada limitada que empezaron a desatar la guerra de las zapatillas entre Adidas y Nike, que usan Kiptum y Kipchoge.
Los otros dos récords más importantes del año fueron los del lanzador de peso estadounidense Ryan Crouser y el pertiguista sueco Armand Duplantis.
Ryan Crouser revalidó su corona de campeón del mundo de lanzamiento de peso en el último intento de la final del Mundial de Budapest y alcanzó los 23.51 metros, récord de la historia de los Mundiales, quedándose a solo cinco centímetros de la plusmarca internacional que posee desde mayo de este 2023, cuando llegó a los 23.56.
Duplantis ganó su segundo título mundial al aire libre en salto de pértiga sin dar opciones a sus rivales, refrendó su condición de mejor atleta histórico de la disciplina y se guardó para la final de la Liga de Diamante en Eugene un salto de 6,23 metros para establecer un nuevo récord.
Madrid / EFE