En los alrededores del Mercado Viejo, uno de los principales expendios de alimentos en Maturín, abundan las aguas negras y el deterioro vial.
Una especie de "zanja" atrapa los vehículos que se dirigen a la calle principal, causando daños y retraso en el tráfico.
Hay conductores que prefieren evitar la calle más deteriorada, así implique "dar más vueltas".
"Por aquí pasan muchos carros y la mayoría pegan. Yo doy mi vuelta para caer en otra calle", afirmó Ruth González, quien reside en la zona sur.
Manuel Abreu agregó que los botes de agua influyen en el deterioro de las calles y que eso no ha tenido una reparación efectiva.
Locales y visitantes de esta zona esperan que se hagan los correctivos necesarios para que la ciudadanía pueda transitar con tranquilidad.
Maturín / Oriana García Rivas