Organizar las primarias no ha sido una tarea fácil, y no dejará de serlo hasta el 22 de octubre cuando se realice finalmente la consulta -esto si no hay un cambio en el cronograma o una decisión judicial en su contra.
Ismael Pérez Vigil, miembro de la Comisión Nacional de Primaria (CNP) ha vivido cada fase del proceso. No sólo es consciente de las dificultades, sino que está convencido de que es posible llegar a buen puerto a pesar de las divisiones internas, las campañas de descrédito del Gobierno y los ataques externos -el último de ellos bajo la aplicación “inconstitucional” de la figura de la inhabilitación a la candidata de Vente Venezuela (VV), María Corina Machado.
“Tuvimos intensas y angustiosas discusiones donde barajamos distintas posibilidades: escoger mediante encuestas; llegar a un consenso acerca de cuál era el mejor candidato, entre otras. Atravesamos por diatribas, divisiones. Al final se decidió la primaria”, apunta Pérez Vigil.
El también politólogo, analista y especialista en Comercio Exterior, explica que a partir de allí el trabajo de la Comisión de Primaria ha tenido sus objetivos muy bien definidos: el primero de ellos es lograr escoger a un candidato que represente a la oposición democrática en las presidenciales de 2024 y que este se convierta en la esperanza de la mayoría del país que anhela un cambio político. Por otro lado, que el procedimiento alcance “altos niveles de organización”, confiabilidad y transparencia a pesar de las amenazas.
Pero el experto está claro en los escollos que se deben sortear, y en algunos casos, de los límites que impone la propia realidad política.
“El objetivo de lograr un candidato unitario es realmente de una pretensión limitada. No podemos hablar de un candidato único, porque sabemos que no lo será. Ojalá lo fuera. Pero no será así. La estrategia de dividirnos del régimen ha funcionado. Y, probablemente, tengamos varios candidatos. Uno o dos más, por lo menos de esa oposición que el régimen ha montado”.
En cuanto a si el aspirante que resulte electo logrará despertar las esperanzas y movilizar el electorado, Pérez Vigil apunta que está es una tarea fundamental que se escapa del ámbito de trabajo de la Comisión de Primaria, y que corresponde a cada candidato. Sin embargo, el hecho de lograr una selección de 14 abanderados de variadas tendencias y con diversidad de propuestas, ya un primer paso importante.
“En este momento los esfuerzos están enfocados en alcanzar altos niveles de organización. Para que ello se produzca, hay aspectos que tenemos que tomar en cuenta”, advierte el especialista.
Indica que por primera vez se está impulsando una elección nacional sin apoyo del CNE.
“Sabemos perfectamente la desconfianza que todos tenemos en el CNE. Pero no es menos cierto que los venezolanos desde 1998, no votamos manualmente. Y por allí ronda lo que los más viejos conocemos como el fantasma del ‘Acta mata voto’, que fue lo que nos llevó a procesos automatizados en Venezuela. Pero ahora, que vamos a tener un proceso manual, tenemos que evitar que vuelva a manifestarse (…) Se trata de una primaria de la que debemos salir más unidos y no más divididos”.
Otro aspecto organizativo vital, es el de los centros de votación. “Esa no es una tarea fácil. Además, tenemos pocos recursos”.
Los distintos integrantes de la Comisión Nacional de Primaria han realizado giras y visitas a varios estados del país, para tomar contacto con las juntas regionales y evaluar la situación en que se encuentran.
“Lo que pudimos comprobar en nuestra gira es que vamos a una elección en condiciones hostiles. No vamos a contar con los centros electorales en los que siempre votamos, y hay que evitar que los que escojamos se ubiquen en sectores en donde los votantes pueden estar ‘expuestos’. Sabemos, que puede haber riesgos y amenazas importantes”.
Otro elemento crucial tiene que ver con el registro electoral el cual será abierto, es decir, que podrán participar todos los venezolanos que esté habilitados por el CNE.
“Pero no debemos olvidar, y es muy importante que lo tengamos presente para no generar falsas expectativas, que en una primaria participa entre 12% y 15% de la población. En la primaria del 2012, participó el 17,1%, y ese porcentaje fue el más alto para una elección de este tipo en cualquier parte del mundo. Ojalá podamos llegar a 20 %”.
Para el integrante de la Comisión de Primaria, uno de los obstáculos más difíciles de vencer tiene que ver con la estrategia de división y “desmotivación del voto” que ha desplegado el chavismo con éxito a lo largo de 20 años.
“Es una estrategia política de dominación que han ido perfeccionando. El primer elemento fue la polarización. Dividir a los venezolanos entre traidores y patriotas, pobres y ricos oligarcas; mayoría y escuálidos. Eso produjo enfrentamientos, desesperanza y desmotivación. El segundo paso de esa estrategia fue la despolitización del país que comenzó por la negación del poder del voto como mecanismo de renovación política. Se trata de imponer todo aquello de ‘yo sé por quién votas’, ‘El voto no es secreto’ o ‘el voto automatizado se cambia cuando se transmite’”, acota Pérez Vigil.
El especialista advierte que estos mecanismos de desmovilización política han ido alcanzando niveles más sofisticados, con mensajes que han ido calando en un sector importante del antichavismo como el de “todos los políticos y partidos de oposición son corruptos”.
Eso fue generando apatía y desesperanza, e incluso influyó en la salida del país de 7 millones de venezolanos.
“La combinación de esas dos políticas, y otras cosas más, produjo el fenómeno de la abstención y de la idea de que ‘no vale la pena votar’, o ‘Gobierno no sale con votos’”.
Indica Pérez Vigil que 1/3 del país no participa en ningún proceso electoral desde 1998.
“Una gran mayoría del país no cree en procesos electorales, no cree en partidos políticos, no cree en líderes y no está dispuesta en participar en el proceso de lucha. Además, algo más de un tercio de la oposición está totalmente fragmentada y dividida. No logramos ponernos de acuerdo en cosas básicas. De esa manera el régimen con su escaso 20% o menos de apoyo, domina el país completo”.
Para el experto, ese tipo de mensajes en contra de la participación es el enemigo por vencer con vistas a las elecciones de 2024.
A pesar de las amenazas y dificultades de los últimos meses, Pérez Vigil aclara que la Comisión Nacional de Primaria siempre tuvo claros dos escenarios en el trabajo organizativo: el primero es que habría votaciones desde el exterior.
La primera fase de este proceso concluyó el 10 de julio, con más de 217 mil personas inscritas para votar en 81 ciudades en más de 30 países.
Para algunos la cifra puede parecer reducida, dada la magnitud de la migración registrada en los últimos diez años.
“En el fondo, lo que no queremos reconocer es que los venezolanos que están fuera del país son iguales a los que estamos aquí: muchos no creen en la vía electoral, muchos son abstencionistas, y muchos son indiferentes a la situación política. Pero además hay un grupo más reducido que si está dispuesto a involucrarse”, agregó.
El segundo punto, fue la decisión de organizar un proceso “con o sin CNE” de forma paralela.
“Eso siempre lo supimos. Siempre pensamos en esos dos escenarios. Sabíamos que en algún momento tendríamos que dejar una de las dos alternativas. Las circunstancias nos llevaron a que debíamos decidir por unas primarias sin CNE. Es importante decir esto: no es que partimos de cero en la organización de una primarias autogestionadas, como algunos creen. Que perdimos el tiempo. Siempre nuestro cronograma y reglamentos contemplaron esas dos posibilidades, hasta el punto de que algunos nos dijeron que nuestras normativas eran ambiguas porque se planteaban las dos alternativas. Esa era la idea”, indica.
Pérez Vigil es tajante al señalar la Comisión Nacional de Primaria nunca solicitó formalmente la asistencia técnica del CNE.
“Dijimos que lo haríamos y estuvimos en conversaciones para eso, pero nunca ocurrió”.
¿En qué punto del trabajo se encuentra actualmente la Comisión de Primarias?
“Estamos en el proceso de hacer la nucleación y agregación de puntos de votación, pues obviamente no podemos tener 14 mil centros, ni más de 30 mil mesas como en un proceso electoral normal. También estamos en la revisión del registro electoral que debe concluir el 24 de julio y que entregaremos a los candidatos y a los partidos políticos para que hagan sus observaciones. Luego llevar a imprimir esos cuadernos, que no es una actividad trivial, en agosto para que a mediados de septiembre puedan ser distribuidos en todo el país”.
Otras de las tareas en marcha son la captación de miembros de mesa o de personal electoral y la firma de un programa mínimo de gobierno por parte de los precandidatos.
“El jueves 22 de junio se acordó el documento definitivo que firmarán. Se hizo tras un amplio proceso de consulta con los candidatos y con los partidos, y finalmente se llegó a un acuerdo (…) Queda por decidir de qué forma se hará la firma del programa mínimo: si será de manera individual o si se realizará en un acto conjunto”.
Aún se mantiene la incertidumbre en torno a qué se hará en el caso de las inhabilitaciones y otras amenazas, sin embargo, Pérez Vigil apunta que esta labor de evaluar posibles nuevos escenarios, corresponde más a los partidos y la Plataforma Unitaria que a la Comisión de Primaria.
“Estamos todavía en un túnel. Pero como dice la imagen popular ‘hay una pequeña luz al final’. Al final de todo eso, está un mejor país. Ahora tenemos que rescatar la democracia, para nosotros los que estamos aquí, para nuestros hijos y para nuestros nietos”, finaliza.
Caracas / Rodolfo Baptista