Ante la gran cantidad de dificultades que tiene la población, una gran parte de la cual ha abandonado el país porque no ha podido soportarlas, se espera que quienes aspiran gobernar a Venezuela hagan propuestas y soluciones viables, pero hasta ahora, ninguno de los aspirantes a participar en las elecciones primarias del próximo 22 de octubre, ha presentado un programa de gestión.
El proceso anunciado por la Comisión Nacional de Primaria no puede ser un torneo de descalificaciones entre quienes competirán para la escogencia del candidato presidencial, sino un evento de naturaleza democrática, de planteamientos bien estructurados para enfrentar los problemas que han terminado en esta crisis económica, que se ha prolongado por largo tiempo, expone Griselda Reyes.
Esta profesional de la contaduría, que incursionó en la política fundado el partido Acción Ciudadana en Positivo (ACEP) el 11 de septiembre de 2018 y le fue arrebatado mediante decisión judicial en el 2020, no ha logrado recuperarlo, pese a sus alegatos ante el Tribunal Supremo de Justicia y conversaciones sostenidas con los rectores del Consejo Nacional Electoral, los que estuvieron antes y los de ahora. Es por ello que no participará en esas primarias, pero está atenta a todo lo que está ocurriendo en torno a las mismas.
Al ser entrevistada por El Impulso, manifestó que habrá muchos cambios durante el desarrollo de las candidaturas en el tiempo que falta para que haya finalmente una decisión
Sin embargo, expresa su preocupación por las desavenencias que existen entre los candidatos que aspiran en las primarias porque se están atacando mutuamente, mientras que el chavismo madurismo es minoría y se mantiene como un bloque.
Si no hay amplitud y no sale un candidato que tenga un programa de gobierno viable, bien razonado y sentido, con soluciones para el país y que entienda que debemos avanzar por la vía democrática, uniéndonos todos los venezolanos y pensando en un fin común, nada vamos a hacer. Hasta ahora ninguno de los aspirantes a participar en estas primarias ha presentado un proyecto de gestión, sólido, de recuperación del país, de activación del aparato productivo, de lograr la institucionalización nacional a través de la separación de los poderes, de impulsar políticas de vasto alcance y de que haya entendimiento para hacer posible programas realmente dirigidos a resolver las necesidades de la población más vulnerable.
Lo que estamos viendo es la aparición de una gran cantidad de candidatos que, a cada rato y en todas partes, profieren las más agresivas acusaciones y descalificaciones. De esta forma la oposición se está dinamitando.
Y pareciera que estos dirigentes, que se ofenden sin límite alguno como para destruirse, no se han dado cuenta que la oposición es mayoría y que de esa forma no van a lograr restablecer la confianza que han perdido en la población.
Tampoco se percatan que el chavismo madurismo es un sector minoritario, pero funciona como un bloque que está consolidado y se aprovecha, precisamente, de esa división que existe en la oposición.
Si no sale un candidato que realmente pueda mover la fibra electoral con un programa de gobierno realizable, yo pienso que va a ser difícil que la gente salga a participar en las primarias y menos a las elecciones presidenciales, lo cual sería catastrófico para el país. Porque, indudablemente, si no hay un buen candidato vamos a seguir en manos de quienes tienen el poder hasta ahora.
Claro. Ha sido una estrategia del gobierno dividir a la oposición mediante la intervención de partidos políticos, hacer ver que el Consejo Nacional Electoral cambia los resultados, ocasionar desánimo en la población a través de campañas de descrédito del voto, propagar la idea de que la oposición no va a poder ganar una elección porque es muy débil, hacer correr la voz de que los procesos electorales son fraudulentos y, en fin, ponernos a pelear a todos. La oposición sin miramiento alguno entró en ese proyecto y ha quedado atrapada. Si no maduramos políticamente, no vamos avanzar y seguiremos como estamos, sin encontrar salida. Se impone en estos momentos que todos los sectores opositores piensen, recapaciten, reflexionen, analicen y lleguen a un entendimiento claro: la mayoría se impone en un proceso electoral. En este sentido hay que despojarse de los intereses individuales y de grupos, así como también de estar creyendo en que hay varitas mágicas que pueden acabar con el hambre que azota a las familias de escasos ingresos, resolver el problema de la educación, de los salarios, de los servicios, de la inflación y del crecimiento económico.
Los problemas de Venezuela no se resuelven con varitas mágicas, ni con salvadores, sino con programas de gobierno, con gente capacitada y con equipos, con mucho trabajo, voluntad, esfuerzo y con unidad.
Se puede resumir en que hemos tenido una oposición muy frágil, de muchos egos, de falta de valoración de sus errores y de inmadurez política que la ha llevado a tomar decisiones a priori, así como de formular falsas promesas para salir de la crisis y del gobierno. Todos estos aspectos han hecho que la gente perdiera la confianza, la fe y la posibilidad de haber enfrentado con éxito la adversidad que tenemos ahora. Es lamentable que cada persona ande por el lado en que puede sobrevivir y es así que una gran parte de la población ha abandonado el país y quienes no lo han podido hacer se encuentren subsistiendo con amargura cada día, pensando que nada cambiará.
Llama la atención que usted hable de que ha faltado madurez en la oposición, porque hay individuos que tienen hasta treinta años al frente de un partido político y antes de eso estuvieron participando en diferentes funciones, como dirigentes en ascenso, funcionarios de gobierno y parlamentarios…
Ya le decía hace poco que en la oposición hay que despojarse de las individualidades y de los grupos. Pero, lo que más preocupa es el egoísmo imperante en algunos partidos, donde el que llegó a alcanzar la mayor posición no quiere abandonarla: O soy yo o nadie. Los partidos tradicionales no practican la democracia. Dirigentes hay que dicen que el país quiere que ellos sean presidente. Si eso fuera así, indudablemente, las encuestas mostrarían números diferentes a los que conocemos en los que hay rechazo tanto a partidos como al propio gobierno. Cuando tú sales a la calle y hablas con los ciudadanos de a pie te das cuenta que ellos no están pendientes de política, que no muestran interés por un proceso de primarias, no están dispuestos a votar porque están desesperanzados. De lo que están pendientes es de cómo pueden seguir sobreviviendo. O lo que quieren es irse del país. La realidad es que hay una gran desconexión entre los partidos políticos y el sentir de la gente.
Todavía estoy en la espera de que pueda rehabilitarse a los partidos que han sido intervenidos, pero el CNE no ha establecido fecha y no sabemos si lo hará. Tengo fe en que si el pueblo se organiza y se logra que la dirigencia política madure, aparte los egoísmos y las disputas, salga un buen candidato y se recupere la esperanza de tener un país distinto al de ahora, habrá democracia.
Lara / El Impulso