De acuerdo con el más reciente ranking del Times Higher Education (THE), -institución británica que anualmente evalúa la calidad de los centros de enseñanza superior del mundo-, las universidades de Venezuela no sólo se mantienen alejadas de los mejores puestos en la lista, sino que han descendido en su lugar de calificación.
La investigadora de la alianza Todos por la Educación, María Restrepo, calificó de “preocupantes para la comunidad universitaria” los resultados del World University Ranking 2023 lo que a su juicio revela el “evidente deterioro” de la enseñanza en el país.
La Universidad de los Andes (ULA) fue la única seleccionada dentro del listado mundial 2023 publicado por el Times Higher Education, y no mantuvo el puesto de 2022, ni lo mejoró, sino que del anterior 1.201, bajó al 1.501, es decir, 300 puestos menos.
Restrepo hizo hincapié en la Universidad Central de Venezuela (UCV), la cual no ingresa al ranking global desde el 2018. “Para aquel entonces, clasificó en el puesto 801-1000, una cifra que dista mucho de las pretensiones de la comunidad universitaria”.
El estudio de la institución británica suministra información sobre cuáles universidades destacan como las mejores, utilizando 13 indicadores de rendimiento agrupados en cinco áreas. Estos aspectos evaluados incluyen transferencia de conocimiento entre profesor y estudiante, pero además, perspectiva internacional, la reputación, demandas globales, transparencia, e investigación.
Al poner la lupa en el ranking latinoamericano de 2022, vemos que la ULA se ubica en el puesto 126-150. “Representa un descenso de varios puestos, tomando en cuenta que, en 2021, la ULA estuvo en el puesto 101-125, y en el año 2020, alcanzó el puesto 57”, agrega Restrepo.
La Universidad de Carabobo cayó al puesto 151, mientras que la Universidad de Oriente (UDO) y la del Zulia (LUZ) no aparecen reflejada en el ranking regional, por no cumplir con los requerimientos de Times Higher Education.
En la lista latinoamericana de 2022, también aparece la Universidad Simón Bolívar (USB), en una mejor posición. “La Simón Bolívar ocupa el puesto número 85, del conocido Latin America Ranking, que abarca a 197 instituciones de 13 países”. detalló.
No obstante, Restrepo desglosó los resultados de años anteriores y explicó que la institución ha desmejorado en forma sostenida.
“En el año 2017 la USB fue posicionada en el puesto 26-30, en el año 2018 estuvo en el puesto 29, en el año 2019 en el puesto 51-60 y en el año 2020 estuvo en el puesto 72”.
Restrepo advierte que la comunidad universitaria venezolana arrastra problemas como la escasez de un presupuesto para la investigación, lo cual desmotiva al capital humano que aún permanece en las instituciones educativas.
“Esto se traducirá en que no habrá condiciones ni incentivos para que exista una generación de relevo de investigadores y fomentará aún más la idea del desplazamiento hacia un modelo educativo sin parámetros de calidad”.
Sin embargo, reconoce los esfuerzos que estas casas de estudio están realizando para enfrentar, con poco dinero, una serie de adversidades que prácticamente tienen a algunas universidades en una situación de cierre técnico. La rectora de la UDO, Milena Bravo, también manifestó su preocupación por la medición realizada por la institución británica Times Higher Education.
Bravo indicó que la calidad académica de las casas de estudio superior depende de varios factores como la preparación de los docentes, las investigaciones que se realizan y del talento humano que labora.
“No nos vamos a conformar con una educación que no esté acorde con estándares mundiales. La universidad venezolana de calidad seguirá luchando”, dijo Bravo este jueves al Circuito Unión Radio.
Subrayó que, desde hace ocho años, el presupuesto ha sido insuficiente para fomentar las investigaciones, adicional al problema del éxodo de muchos profesores investigadores que, a pesar de haber sido formados en instituciones como la UDO, han tenido que irse a otros países en busca de una mejor calidad de vida.
Indicó que a corto plazo debería comenzarse con el establecimiento de nuevos estándares de preparación del talento humano, para evitar que las casas de estudio queden solo para la enseñanza y no para propiciar el pensamiento crítico.
Bravo pidió a los nuevos estudiantes que tengan fe porque se trabaja en formar una nueva generación de investigaciones y de docentes, que estén alineados con las necesidades del país.
Corresponsalía / Con información del periodista Armando Díaz
