A pesar del declive de los efectos de la hiperinflación, fenómeno que a lo largo de cuatro años pulverizó el poder adquisitivo de la población, la desconfianza sobre la moneda nacional continúa siendo la regla del juego; sobre todo al referirse a la tasa equivalente en dólares para el cobro de productos y servicios.
En un recorrido realizado por El Tiempo por distintas zonas de la Gran Caracas se pudo constatar que, en muchos locales comerciales, la tasa de cambio del dólar se encontraba muy por encima de la cotización oficial publicada por el Banco Central de Venezuela (BCV) de Bs 4, 29.
En El Paraíso y la avenida Baralt, incluyendo el Mercado de Quinta Crespo, en el oeste de la capital, los productos que están fijados en dólares se cobran a Bs 5 cuando se pagan con tarjetas de débito. En algunos casos, aun teniendo el billete de un dólar en la mano, el cambio equivale igualmente a Bs 5, y si se cancela el monto de la compra por punto de venta, varios comercios llegan a especificar que la tasa es de Bs 6 o más. Esto ocurre, contraviniendo lo establecido por las normativas de la Superintendencia Nacional para la Defensa de los Derechos Socioeconómicos, (Sundde), que establecen el cobro de acuerdo a la cotización del máximo organismo emisor.
Manuel Reyes, quien reside al oeste de Caracas, dice que los pagos por divisas son tan engorrosos que prefiere continuar usando bolívares para sus compras, pese a que no sabe a ciencia cierta cuál será el tipo de cambio al cual deba enfrentarse.
“Comprar con dólares, es una complicación, por la falta de billetes de menor denominación para dar vuelto. La otra cara de la moneda, es que no sabes con qué tipo de cambio te vas a encontrar en la calle. Generalmente en mi casa, cuando se compra, hacemos una previsión calculando el dólar a Bs 5, porque generalmente es el que se maneja por mi sector. Pero hay comercios donde lo cobran a Bs. 5,50, Bs 6 y hasta Bs 6,50”.
Precios pueden remontar
El economista jefe de la consultora Ecoanalítica, Luis Arturo Bárcenas, destacó que cualquier mínima inestabilidad en la economía puede hacer que los precios remonten de forma progresiva. “Creo que la premisa es que sigue presente la poca credibilidad en el bolívar. Además, hace falta muy poco para que la estabilidad cambiaria se pierda y los precios probablemente reaccionen, más allá del peso de la dolarización actual en Venezuela”.
Relata que actualmente se le hace muy difícil saber cuál es el verdadero presupuesto que necesita para cubrir lo básico en su hogar y que lo máximo que puede pagar es un dólar calculado a Bs 5,50; pese a estar muy por encima de la tasa oficial o incluso la paralela.
“En mi caso, si el tipo de cambio supera los Bs. 5,50 o Bs 6 simplemente no compro ahí y busco otra opción u otro sitio”.
Por su parte, Henry Rengifo, quien reside en Guatire, denuncia que incluso algunos locales formales juegan a su antojo con las tasas y son ajustadas a su conveniencia.
“Tengo un automercado cercano a mi casa, donde cobran lo que gastes en dólares a su tasa particular que es Bs. 6. La paridad para ellos es $1 o Bs 6, y si no estás de acuerdo pues debes irte y buscar otro lugar. Son locales que se supone deberían estar regulados por la Sundde y ajustarse a la tasa BCV”, relata.
Para el economista Luis Crespo, en Venezuela hay tres tipos de cambio: uno es el dólar del BCV actualmente a Bs 4,29, el otro es el paralelo y el que le sigue es “el de la calle o la economía informal”.
“Venimos una economía dislocada, una moneda destruida, sistemas de precios que fueron anulados producto de la nefasta política económica del Gobierno; y pese a que se ha hecho un ajuste silencioso (desde hace pocos años) de la mano de otras medidas, para intentar generar estabilidad en esas variables, también es necesario el tema de la confianza para evitar esas dislocaciones”.
Crespo manifiesta que en este momento hay una sobrevaluación del bolívar producto de las limitaciones de liquidez en esa moneda. Según han señalado algunos especialistas, el precio de equilibrio real del dólar debería ser superior a Bs 12. Sin embargo, las reiteradas inyecciones a la banca nacional de divisas de las reservas por parte de Gobierno, para aumentar la oferta y bajar la cotización, hacen que el precio actual sea irreal.
Crespo no niega la posibilidad de estar frente a un escenario de especulación en la fijación de diversos precios del dólar por parte de los comercios, aunque insiste que no es lo que marca la pauta. Indicó que en los últimos seis meses ha existido una estabilidad relativa del dólar, con respecto al bolívar, y es lo que da pie a la presunción especulativa de los vendedores.
“Ves establecimientos formales que tienen sus registros fiscales, y ahí lo que marca es el dólar oficial; mientras vas a comprar dólares en efectivo de manera rápida y la tasa va marcada por el paralelo, que es superior al oficial. Por otra parte, en las actividades de la calle y los establecimientos no muy formales, se fija la cotización en Bs. 5 o más”.
Reiteró que habitualmente se trataba de un tema donde supuestamente, los comercios evaluaban costos transaccionales adicionales que no están presentes en la dinámica de los últimos días.
“Ese argumento era válido en medio de la inestabilidad del tipo de cambio, antes de octubre de 2021, ya que, en ese momento, por ejemplo, cuando se hacía una operación de cambio un día viernes y el vendedor recibían el pago en bolívares el lunes, ya ese valor no era parecido a lo que habrías recibido de haberse hecho efectivo el pago inmediatamente”, dice.
El economista jefe de la consultora Ecoanalítica, Luis Arturo Bárcenas, manifestó que, en la existencia de distintos tipos de cotización, actualmente sigue pesando el hecho de que un número de personas prefiere seguir pagando en bolívares.
“En virtud del escenario de pesimismo y poca credibilidad de la moneda nacional como activo, y los pocos incentivos para ahorrar en bolívares, un sector comercial opta por anticiparse a cualquier pérdida de valor del mismo tratando de fijar un tipo de cambio más alto”.
Subraya que la práctica busca contrarrestar cualquier pérdida futura que se podría obtener en caso de que el tipo de cambio oficial salga de ese letargo actual.
“El origen de todo radica en que aún, con la marcada dolarización que vive Venezuela, aunado a la ralentización de precios con la baja de la inflación que atravesamos actualmente, todavía el bolívar forma parte del ideario venezolano en materia transaccional (…) Todavía las personas continúan pagando en bolívares, hay empresas que reciben y pagan en bolívares, y en un entorno donde no se confía en ese bolívar; al recibirlos, pues inmediatamente los conviertes en otro activo que no pierda valor”.
Añade que los temores de que, en un momento dado, el tipo de cambio sobrerreaccione, producto de decisiones oficiales, o de la misma incertidumbre, hace que cada vez que recibas bolívares busques una protección previa.
“La forma de hacerlo es, si estás cobrando un bien en dólares, exiges que te lo paguen a un tipo de cambio más alto. Porque el comerciante piensa que, si hoy recibe esos bolívares a 4,30, mañana, por el temor a la inestabilidad sobre la moneda nacional, el tipo de cambio pueda ser Bs 5 o Bs 6; esa estabilidad depende mucho de la acción oficial (…) De materializarse esos temores te podrías haber protegido cobrando ese tipo de cambio superior antes”.
De hecho, la inflación en dólares de los productos de primera necesidad sigue su avance en la economía del país. Según el más reciente informe del Centro de Documentación y Análisis Social de la Federación Venezolana de Maestros (Cendas-FVM), el precio en divisas de la Canasta Alimentaria Familiar (CAF) se elevó 1,5% en febrero. El conjunto de productos básicos de consumo para una familia de cinco integrantes pasó de $448,05 en enero a $ 454,93 en febrero. Eso quiere decir que hubo un incremento de US$6,88, a pesar de la estabilidad mensual del tipo de cambio.
Remarcó el experto, que el tipo de cambio nominal, tanto oficial como no oficial, sigue estando por debajo de lo que debería ser, de forma tal que los empresarios sientan más interés por importar ante lo poco rentable que es producir localmente los bienes.
“Ese tipo de cambio pudiera estar, incluso, por encima de los 15 bolívares por dólar; que sería el de paridad comercial. El hecho de que se encuentre por debajo de ese monto es un reflejo de esa apreciación o costo elevado en dólares que vivimos”.
Indica que los límites al gasto público que ha implementado el Ejecutivo, así como, al crédito bancario, aunado a la contracción económica que ha sufrido Venezuela, por lo menos hasta el año pasado, impiden que el tipo de cambio se ajuste de manera completa hacia la paridad.
El especialista dice que al final esto se traduce en un mayor costo valorado en dólares de los bienes producidos en el país. Y una forma de contrarrestar esto, es elevando el tipo de cambio, por encima del precio establecido por el BCV, para tratar de compensar ese valor tan por debajo de la paridad.
Caracas / Rafal Arias