En lo que va del mes de noviembre de este año, 26 personas del sexo femenino, entre ellas niñas, adolescentes y adultas, han sido víctimas de violación en el estado Anzoátegui. La mayoría de los casos se han registrado en la zona norte y algunas de las afectadas resultaron con severas heridas que ameritaron intervenciones quirúrgicas.
Durante este periodo, la medicatura del Servicio Nacional de Medicina y Ciencias Forenses (Senamecf), en Barcelona, se ha visto abarrotada de niñas y mujeres entre 10 y 20 años, quienes han sido atacadas por aberrados sexuales.
La información que se obtuvo de manera extraoficial indica que entre las ultrajadas están dos niñas de condición especial, una de ellas con una lesión en la cadera que la obliga a usar andadera para poder caminar. La pequeña fue sometida a una operación en el hospital Luis Razetti, porque el agresor le causó un severo daño vaginal y anal. Mientras que una adolescente de 15 años fue violada presuntamente por un pariente de un policía, quien para evitar que éste cayera en manos de las autoridades detuvo a un amigo de la jovencita y le colocó bolsas en la cabeza para obligarlo a declararse culpable, con el fin de liberar al señalado en el delito.
Todos los casos han sido expuestos en el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) y son procesados por la Fiscalía de Violencia contra la Mujer.
En conversación con algunos de parientes de las víctimas se supo que en la mayoría de los hechos los responsables son del entorno familiar.
Dijeron que han formulado las denuncias, pero los organismos de seguridad no muestran interés en proseguir las averiguaciones alegando que no han sido notificados por el fiscal de violencia del Ministerio Público.
Se quejaron además de que policías, amigos o familiares de los acusados, se prestan para cambiar el proceso de investigación y para ello amedrentan a las víctimas.
Barcelona / Eleida Briceño