Algunos de los más de 3.000 hondureños que conforman la caravana de migrantes que intenta llegar a Estados Unidos, ya cruzaron la frontera entre Guatemala y México, donde este país comenzó a tramitar solicitudes de refugio para los que aspiran quedarse allí.
Mientras tanto, la presión de Washington crece hacia todos los países de la región, reforzada con los provocadores tuits del presidente Donald Trump.
Aunque el grueso de la caravana todavía estaba en territorio guatemalteco el jueves por la noche, la cancillería mexicana anunció en un comunicado que ya inició una atención “ordenada” a quienes habían cruzado la frontera.
Horas antes su titular Luis Videgaray, de viaje en Nueva York, pidió ayuda a la ONU para que el Alto Comisionado para los Refugiados (Acnur) colabore con México tanto para procesar esas solicitudes como para encontrar una solución permanente para los migrantes hondureños.
“Esto es algo en lo cual convocamos a toda la comunidad internacional a involucrarse. Este es un tema que debe preocupar y ocupar a toda la región, incluso a todo el mundo”, dijo Videgaray a los medios de comunicación tras su reunión con el secretario general Antonio Guterres.
La caravana marchó por sexto día consecutivo rumbo al norte en una jornada que comenzó con varios tuits de Trump llenos de advertencias hacia los países vecinos y de críticas a los demócratas por hacer leyes migratorias débiles.
Guatemala / AP