ESET, compañía dedicada a la detección amenazas informáticas, analizó cuál es el panorama en Latinoamérica para las distintas familias de ransomware (programa dañino que restringe el acceso a determinadas partes o archivos del sistema infectado, y pide un rescate a cambio de quitar esta restricción. ) durante este año.
Venezuela, Perú, México y Colombia fueron los países más afectados en lo que va de 2018.
Según las conclusiones que dejó la última edición del ESET Security Report, la principal preocupación para las empresas de la región es el ransomware.
Es por esto que desde el laboratorio de ESET se analizaron las familias con mayor presencia en cuanto a detecciones en América Latina durante el 2018, concluyendo que el ransomware sigue estando activo y reinventándose en busca de nuevas víctimas.
Luego de analizar una gran cantidad de familias, ESET afirma que el primer puesto en cantidad de detecciones, incluso duplicando al que le sigue, es WanaCryptor; sobre todo en Venezuela, donde presenta un total de 2.407 apariciones.
Este código malicioso, el más nombrado a nivel mundial durante 2017, se propaga a través de vulnerabilidades conocidas y aún se encuentra muy activo.
El siguiente gráfico muestra la relación entre familias de ransomware más destacadas y detecciones totales a nivel Latinoamérica.
Otros villanos
Los ransomware que parecen en segundo y tercer puesto son Teslacryp y Crysis.
La última muestra a la víctima a través de una ventana que sus archivos fueron cifrados y cuáles son los pasos a seguir para recuperar la información.
Es importante destacar la actividad de una cuarta familia, la cual además de cifrar los archivos de la víctima es capaz de robar cierta información sensible.
Venezuela, Perú y México son los países que presentan mayor cantidad de detecciones de este tipo de códido en Latinoamérica. Seguido por Colombia y Brasil.
Pese a ser el ransomware parece ser la principal preocupación de los usuarios en nuestra región, aún queda un largo camino por recorrer para que esa inquietud se traslade a medidas específicas de prevención.
Según los resultados de las encuestas realizadas a más de 2.500 empresas de América Latina, para el ESET Security Report, sólo 68% de las grandes empresas realiza backup (respaldo) de su información y 56% entre las más pequeñas. Se determinó que 40% de las grandes compañías clasifica la información.
Al tomar en cuenta que Wanacryptor, el ransomware más popular (y sigue activo) se aprovechó de una vulnerabilidad del sistema operativo Windows para la cual existía un parche que había sido lanzado dos meses antes del momento del brote, las empresas deberían haber tomado nota de la importante que es tener los equipos actualizados.
Sin embargo, de las instituciones importantes apenas 43% utiliza una solución para la administración de parches y actualizaciones de software, algo que sólo ocurre en 20% de las pequeñas empresas.
Peligro latente
Estas amenazas llegaron para quedarse y ,día a día, intentan evolucionar y reinventarse.
Las tendencias no son alentadoras y la rentabilidad de estos códigos maliciosos se mantiene favorable para los ciberdelincuentes.
Por esa causa, resulta necesario proteger la información y otros activos.
La implementación de tecnologías de antivirus y copias de respaldo, actualización de sistemas operativos y aplicaciones, en conjunto con la educación son una fuerte barrera para parar y mitigar el impacto y crecimiento de este peligroso tipo de software.
Adicionalmente, se puede revisar la Guía de Ransomware, un documento en el que se detallan las características del malware que aplica el secuestro. De esa forma, un usuario evitará el sufrir la extorsión o pagarle a alguien para recuperar determinada información.
ESET cuenta con un Kit Anti-Ransomware, el mismo es gratuito e incluye diferentes herramientas educativas y tecnológicas que pueden ayudar a evitar las infecciones.
Se puede obtener a través del enlace https://secure.eset-la.com/kit-Antiransomware.
Caracas / Redacción Web / Prensa Comstat Rowland / Redacción Web