A las 2:30 de la madrugada de este lunes, en dos procedimientos realizados en el sector El Toco del barrio Cruz Verde de Barcelona, dos presuntos delincuentes fueron ultimados por comisiones de las Fuerzas de Acciones Especiales (Faes) de la Policía Nacional Bolivariana.
Los fallecidos fueron identificados en la morgue del Servicio Nacional de Medicina y Ciencias Forenses (Senamecf), en la urbanización Tronconal III , como Miguel Celestino Martínez Blanco, de 34 años, y Alejandro Rafael Antoima Marchán (23), quienes presentaron dos disparos en la región pectoral.
Trascendió que al parecer cometieron un robo en un local comercial de la ciudad capital, en donde vendían huevos y quesos y los oficiales de las Faes los siguieron hasta donde vivían.
Familiares que acudieron a reclamar los cuerpos dijeron que un grupo de funcionarios del organismo de seguridad llegó a la casa de ambos hombres y otro grupo de los uniformados se llevó a las concubinas y los hijos hasta el sector Mesones, donde los dejaron abandonados.
Contaron que a Martínez Blanco y Antoima Marchán los sacaron de la vivienda y los ajusticiaron en el frente. Sus parejas fueron golpeadas, al igual que las madres de los fallecidos en presencia de dos niñas. Cuando regresaron a la residencia lo que encontraron fueron los pozos de sangre como única evidencia.
Expresaron que ninguno de ellos dos estuvo preso ni era buscado por las policías.
Los parientes piden justicia porque consideran que las Faes están matando a gente inocente y se han convertido en un grupo de exterminio. “No hubo enfrentamiento, sino que los ajusticiaron”, dijeron.
Comentaron que Miguel Celestino era el segundo de cinco hermanos.
Agregaron que la Fiscalía 19 debe investigar a este cuerpo policial, pues no es la primera vez que actúa de esta manera. Indicaron que el pasado 7 de junio hicieron lo mismo con un vecino de nombre Alejandro López, a quien presuntamente mataron de un disparo delante de su progenitora, en el frente de su vivienda.
En el recinto forense se apersonó la fiscal Decimo Nancy Monsalve para inspeccionar y presenciar la autopsia.
Barcelona / Eleida Briceño