En la casa de Romelia Álvarez en Campo Ajuro el susto y las láminas de zinc que arrancó el vendaval del martes pasado, puso a correr a la familia completa.
Las Álvarez forman parte de las 71 familias que resultaron afectadas en uno de los barrios más viejos y emblemáticos de la entrada al casco urbano de Carúpano, en el municipio Bermúdez del estado Sucre, con el fuerte viento que generó en la entidad el paso de la onda tropical 30.
Yarilín Álvarez, una de las hijas de la dueña de casa, contó que el ventarrón fue tan fuerte que salieron corriendo porque pensaron que la vivienda se iba a caer.
Relató que todo el techo se levantó y como testimonio quedaron las láminas y guías rotas. “Estaba con mi hija y mi hermana, hizo y repitió, estábamos desesperadas. Nos salimos. Después tuve que regresar para resguardar los corotos que se estaban mojando”.
La joven dijo con alivio que lo más importante es que no sufrieron heridas, pese a que seis laminas y los listones de la casa se reventaron.
Más adelante, en la vivienda de Rosmelys Moya, dos albañiles aseguraban el techo, que quedó afectado por “un remolino” que se sintió el domingo. “En el del martes sólo se levantó una parte del techo”, dijo la vecina, que detalló que el fenómeno no le voló la techumbre porque la había despegado para reforzarla.
En la parte alta, Jesús Bravo, otro residente de Campo Ajuro pidió a las autoridades que aprovechen la contingencia para ayudar al barrio, que está completamente abandonado. “Necesitamos una ayuda, mi hija vive aquí y le rechazaron la petición. La casa se moja toda”.
Llamó al gobernador y al alcalde a que atiendan a Campo Ajuro, que considera es una comunidad que lo necesita porque está abandonada.
Israel Bello, vocero vecinal de Campo Ajuro, señaló que el censo vecinal determinó que hay unas 71 casas afectadas en la comunidad. En este sentido, dijo que se requieren unas 404 láminas para atender la necesidad que dejó el fenómeno.
Se trata de una evaluación que se hizo a fondo, dijo Bello, por lo que pidió a las autoridades aprovechar la situación para prestar apoyo a familias que están en extrema necesidad.
Precisamente, dijo, el viento causó más daño porque se trata de viviendas que están frente al mar, que han sufrido deterioro y debido a la situación no han podido reparar por falta de recursos.
En su balance de este miércoles, el gobernador Gilberto Pinto dijo que ya iniciaron contactos con las empresas proveedoras de Aragua y Carabobo para adquirir láminas de zinc, para reponer los techos que sufrieron daños durante la ventolera.
Carúpano/ Cecilia Lárez
