Todos lo sabían. Paul Goldshmidt y Cardenales. Ozzie Albies y Bravos.
Es muy difícil dominar a Yadier Molina en los momentos cruciales de un juego de postemporada de las Grandes Ligas.
El puertorriqueño condujo a San Luis al quinto y decisivo juego de la Serie Divisional de la Liga Nacional el lunes, al batear un sencillo productor para empatar la pizarra en el octavo inning y añadir en el décimo un elevado de sacrificio que significó la victoria por 5-4 sobre Atlanta.
“Me encantan estos momentos”, dijo Molina.
Y no lo dijo en broma.
Lanzó su bate hacia el jardín derecho luego de su elevado de sacrificio que resolvió el duelo, y la multitud que abarrotó el estadio Busch estalló en júbilo junto con el receptor, pelotero emblemático del plantel.
“Es un jugador de élite, muy especial, eso es lo que es”, destacó el mánager de los pájaros rojos, Mike Shildt.
El quinto juego será el miércoles, de regreso en Atlanta. Las aves mandarán al montículo a su as Jack Flaherty, y los aguerridos irán con Mike Foltynewicz.
“Estaremos frente a nuestros fanáticos el miércoles, en el quinto juego”, dijo el primera base de Bravos, Freddie Freeman. “Eso es lo importante, y estaremos listos”.
La entrada decisiva
Kolten Wong abrió la 10ma entrada para San Luis con un doble de terreno contra el colombiano Julio Teherán (0-1). Luego de un boleto intencional a Goldschmidt, Wong avanzó a tercera con una bola ocupada del dominicano Marcell Ozuna y fácilmente llegó al plato gracias al profundo elevado de Molina al jardín izquierdo.
Wong elevó sus manos mientras corría hacia el plato. Molina llegó a primera base con su bate en la mano, y luego lo lanzó mientras estallaba la celebración.
El cátcher estelar fue rodeado por el resto de los Cardenales, que invadieron el terreno.
“Me volví loco ahí”, confesó el veterano de 37 años. “Creo que lance el bate hasta el bullpen”.
Molina empató la pizarra 4-4 mediante un sencillo con dos outs en el octavo capítulo. La pelota pasó apenas arriba del guante de Freeman, quien saltó tanto como pudo desde su posición en primera base.
“Pensé que iba a atraparla. Sólo hubiera necesitado medir 6-7”, señaló Molina, quien mide seis pies y cinco pulgadas (1,95 metros), y no la estatura que mencionó, equivalente a dos metros.
Ozuna conectó un par de cuadrangulares y produjo tres carreras por Atlanta, mientras que el venezolano Ronald Acuña Jr. sumó cuatro imparables. Pero los Bravos, campeones de la División Este de la Liga Nacional, se fueron de 9-0 con corredores en posición de anotar.
Se trata de un problema que los ha aquejado durante los playoffs en los últimos dos años.
Oportunidades perdidas
Atlanta dejó la casa llena en el sexto y en el séptimo episodio. Acuña se quedó suspirando en la antesala en el noveno, cuando Josh Donaldson conectó un elevado.
“Nos quedamos a unos hits de avanzar. Simplemente nos hicieron algunos outs productivos”, explicó el piloto Brian Snitker.
Por Bravos, los venezolanos Ronald Acuña Jr. de 5-4; Rafael Ortega 1-0. El cubano Adeiny Hechavarría de 1-0.
Por Cardenales, el dominicanos Ozuna de 5-2 con dos anotadas y dos impulsadas. El puertorriqueño Molina de 4-1 con dos remolcadas. El cubano Randy Arozarena de 1-0.
San Luis / Jay Cohen / AP