Calles polvorientas, tanques secos y casa de zinc es el panorama que recibe a quienes ingresan a la comunidad Corazón de mi Patria, situada en el eje de la troncal 10 del municipio Bermúdez en el estado Sucre. Se trata de un conglomerado de 362 familias, con 12 años de fundada, cuyos habitantes siguen luchando por lograr que se consoliden los servicios públicos y así lograr una mejor calidad de vida.
Araiz Zapata se mudó con su familia hace dos años al sector y desde entonces, dijo, su mayor calvario es el abastecimiento de agua, la cual deben comprar por tambores porque no cuentan con tanques para almacenarla.
En la comunidad no existe acueducto, por lo que sus habitantes deben buscar fuentes alternas de abastecimiento del líquido.
También reportó la vecina problemas con la electricidad, que sin embargo espera mejore con la inversión de 10 mil dólares que obtuvieron a través de la Consulta Nacional Popular realizada reciente, monto que será destinado a mejorar la red de energía.
Zapata señaló que lo peor es vivir sin agua y espera que se cristalicen las gestiones para mejorar las viviendas.
Otro habitante, José Molina Bravo, especificó que abundan los problemas, y que sin duda la falta de agua y las fallas en la electricidad son los más graves. “Con la luz tenemos que estar a cada rato pendientes porque se nos va y el tendido echa un candelero”.
Con respecto al agua, dijo que cuando no cuentan con dinero para comprarla deben ir a la entrada de la troncal 10, cerca de la redoma de El Yunque, y cargarla en envases.
También destacó que las calles apenas son trazados en construcción, por lo que el polvo es una constante que los afecta. Además señaló que no cuentan con una red de aguas servidas, por lo que los vecinos han optado por la construcción de pozos sépticos.
Sobre gestiones de consolidación, indicó que en la comunidad se habló de construir un pozo o esperar que les den agua de los estanques morochos, cuya rehabilitación aún no da frutos a las comunidades ubicadas en el trayecto hacia el centro del municipio.
La electricidad es el único servicio que mejorará con un proyecto recientemente aprobado / Foto: Otto Irazábal
Yosmar Martínez, habitante de la segunda calle de Corazón de mi Patria, ratificó que la falta de agua es sin duda, junto con las carencias en el sistema eléctrico, los principales males que padecen de forma cotidiana.
Martínez explicó que cuando llueve sufren el calvario de ver la comunidad convertirse en un pantano, que hasta les impide salir de las casas; luego viene la invasión de plagas y enfermedades como el dengue.
“Pasamos mucha necesidad. Hay muchas familias vulnerables, muchos niños, cuando llueve todo se nos inunda y se llena de charco y de plagas, que traen el dengue. Mis niñas los padecieron recientemente”.
Ante esta situación, señaló que son los mismos vecinos quienes deben salir a cavar zanjas para drenar las lagunas que se forman. “Cuando llueve nos tocan las ollitas, salir y abrir las cunetas, para la zona baja. Esto se pone fatal y toca ayudar a los vecinos que se inundan”.
Agregó que no reciben respuestas sobre proyectos de consolidación de servicios o construcción de viviendas dignas. Solo se concretó el proyecto para la electrificación, con lo cual esperan que mejore la situación. “Pero con lo del agua no tenemos nada, con lo de las viviendas tampoco. Estamos en espera. Ya son doce años aquí y seguimos así”.
Calles polvorientas, donde no hay aceras ni cunetas, son la norma / Foto: Otto Irazábal
Bermúdez / Yumelys Díaz