Ante la celebración este 1ero de octubre del Día Nacional del Cacao, fecha que se instituyó para marcar el inicio de la cosecha y reconocer la labor de los cacaocultores, Álvaro López, vocero, en la zona de Paria del estado Sucre, de la Asociación Nacional de Productores de Cacao Venezolano (Asoprocave), señaló que la fecha debe ser un recordatorio de la labor de quienes se dedican a promocionar a Venezuela como el país de mayor diversidad genética de cacao en el mundo, cultivado bajo un enfoque ecológico.
En este sentido, exhortó a la Asamblea Nacional (AN) a la pronta aprobación de la Ley del Cacao Venezolano, proyecto que establece las bases y mecanismos jurídicos que garantizan el desarrollo y protección de la actividad cacaotera en el país, “decreta el cacao como patrimonio nacional natural, histórico, cultural y turístico, reconoce a los cacaocultores como prestadores de servicios ambientales a la nación y crea las condiciones para promover la marca país”.
Sobre cifras de producción, López señaló que Venezuela aporta 0,6% de la producción mundial, el 1,21% de la superficie cultivada mundial y el 0,3% de la molienda mundial, pero la respuesta está en su calidad genética, por lo que nuestro cacao venezolano está clasificado como tipo cacao fino de aroma, que lo hacen formar parte de una elite mundial y lo distingue en la elaboración de los mejores y codiciados chocolates en todo el mundo.
Sin embargo, pese a estas condiciones, dijo que los productores siguen enfrentando grandes retos y desafíos como la falta de asistencia técnica, apoyo financiero para la recuperación e reinversión en sus unidades productivas, capacitación, infraestructura y nueva tecnología agrícola-cacaotera, que permita elevar los bajos niveles de producción y el rendimiento por hectárea.
Sobre las bondades del cacao, López señaló que “se trata de un rubro conservacionista, ecológico, ancestral, histórico, que une a la familia en lo cultural; protege los recursos hídricos, cuencas, microcuencas, ríos, produce y protege los suelos, produce oxígeno, microclimas y ecosistemas para la biodiversidad. El bosque cacaotero es un bosque organizado, es refugio y fuente de alimentación para muchas especies de nuestra fauna silvestre, además produce riqueza y felicidad a la familia campesina”. Paria / Yumelys Díaz