“Tengo 65 años, jubilada del Ministerio de Educación, y puedo decir que jamás me había sentido tan atrapada por la situación de los servicios públicos del país. Todo falla: el gas, la luz, el agua, todos están subsidiados y ninguno sirve. Vivimos la época más oscura en materia de calidad de los servicios públicos de nuestra historia. No ganamos lo suficiente para vivir y nos complican la vida con servicios deficientes”, señaló la profesora Carmen Martínez ante la situación que está padeciendo y que se ha recrudecido en los últimos meses.
La docente vive en Guarenas y tiene 15 días sin agua. “No puedo cocinar, no tengo un tanque y no hay respuesta de nada. Soy una persona con artritis y no puedo cargar tobos de agua para surtirme en casa, de verdad no sé qué voy a hacer para poder resistir. A veces sólo me pongo a llorar porque este Gobierno destruyó el país en el que yo crecí, y lamentablemente creo que vamos para peor”, relató.
Todo el país atraviesa una de las peores crisis en los servicios públicos: escasez de gas doméstico, fallas en la electricidad, el agua y las telecomunicaciones que ha cambiado por completo la dinámica de los ciudadanos. Algunos caen en la desesperanza y otros en la resignación, pero aún las autoridades no ofrecen soluciones a los problemas que se están replicando en todas las regiones.
Mientras, las acciones de reclamo se mantienen en las calles.
Cilindro de gas en 10 dólares
Marcos Pérez asegura que es un dolor de cabeza buscar el gas en Guatire, municipio Zamora del estado Miranda, donde los habitantes viven engañados por parte de las unidades de transporte de despacho de Petróleos de Venezuela (Pdvsa).
“Conseguir que un camión despache el gas en las comunidades se ha convertido en una tarea titánica. Conseguir uno en el mercado negro puede llegar a costar unos 10 dólares. Yo de verdad no gano en dólares, entonces: ¿cómo haré para comprarlo?”, se preguntó.
Marco Antonio Ponce, director del Observatorio Venezolano de Conflictividad Social (Ovcs) apuntó que la falta de gas doméstico ha desatado una crisis en ciertos estados, sobre todo de la región occidental. La Organización no Gubernamental (ONG) documentó protestas de comunidades en demanda de este derecho y el rechazo al cobro del servicio en moneda extranjera como dólares y euros.
Reclamos en la calle
El Ovcs reportó 708 protestas durante el mes de septiembre, equivalente a un promedio de 24 diarias. Distrito Capital lideró los reclamos con 64 de las acciones de calle. Le siguieron los estados Anzoátegui (61), Mérida (61), Zulia (60); Bolívar (52) y Miranda (52). La ONG documentó 258 reclamos relacionados con exigencias laborales, mientras la falta de agua, electricidad, gas, combustible y transporte público fue motivo de 245 manifestaciones. Acotó que hay algunas protestas que quedan fuera del registro por darse en zonas rurales o de difícil acceso.
El suministro de agua potable es cada vez más complicado en algunas comunidades, mientras quienes salen a manifestar “denuncian amenazas sanitarias y dificultades para cumplir con sus actividades cotidianas”.
“El estado Zulia continúa siendo la entidad que enfrenta las peores consecuencias de la crisis eléctrica, aunque diversas entidades registran constantes cortes del servicio”, dijo Ponce.
Los apagones no sólo han trastocado la rutina de las familias venezolanas, sino también del aparato productivo.
“Las afectaciones eléctricas también inciden en el servicio de telecomunicaciones, lo que deja a ciertas zonas totalmente desconectadas por horas y días. Todas estos problemas constituyen violaciones a los derechos humanos”, agregó el director de la ONG.
El pasado jueves 24 de octubre la oposición volvió a movilizarse en las calles de Caracas, en esta ocasión en rechazo al colapso de servicios públicos del estado Zulia. Sólo entre enero y septiembre los zulianos sufrieron al menos unas 32 mil 731 fallas eléctricas, de acuerdo con el Comité de Afectados por Apagones.
Pero la marcha convocada por partidos políticos, que partió de la plaza Miranda ubicada en Los Dos Caminos, en el este de la capital, no pudo llegar a su destino, la sede de Corpoelec en la avenida Sanz de El Marqués, pues lo impidieron piquetes de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB).
Para Aixa López, presidente del Comité de Afectados por Apagones, en la marcha se violó el derecho de petición que tiene todo ciudadano para dirigir una denuncia a un funcionario público y recibir una respuesta, en este caso explicaciones a la crisis del servicio, sobre todo en el Zulia, donde el número de protestas por fallas eléctricas supera al de cualquier otro estado del país.
Entre julio y septiembre se han reportado al menos 2 mil 010 reclamos en esa entidad, según el comité, que lleva el registro desde julio por el recrudecimiento de las manifestaciones tras el apagón nacional del lunes 22 de julio.
“La gente empezó a protestar más porque se dio cuenta de que ya había pasado tiempo y aún seguían las fallas. En el Zulia, tocan cacerolas y trancan las vías, pero la represión limita mucho la protesta pacífica porque a veces es desproporcionada, pasan los colectivos y los mismos funcionarios y no dejan que la protesta se desarrolle. Es lo que nos dice la gente”.
Antes de julio el comité sólo registraba casos de electrodomésticos dañados y el número de suspensiones del servicio. Al Zulia le siguen los estados Barinas, con 52 protestas en ese trimestre, y Táchira, donde ha habido por lo menos 45 manifestaciones de julio a septiembre. “No son protestas grandes como marchas, sino focalizadas en las zonas donde tienen la falla en ese momento”.
Caracas / Rafael Arias
