El “despelote” que hay con el cobro de tarifas del transporte público ha generado gran malestar en los pasajeros que diariamente tienen que desplazarse hasta sus sitios de trabajo, estudios o simplemente quienes van a hacer diligencias.
Rosa Chacón, vecina de Puerto La Cruz, comentó que cada día tiene que cancelar alrededor de 17 mil bolívares para llegar a su oficina. La trabajadora indicó que sale de su casa a las 5:30 de la mañana para tomar un autobús en la avenida Argimiro Gabaldón, antigua Vía Alterna. Le cobran Bs 7 mil.
Comentó que les ha reclamado en varias ocasiones a los colectores de las unidades por el incremento, puesto que lo que deberían cobrar normalmente son Bs 3 mil y la respuesta que recibe es por la hora.
El mismo caso le ocurre cuando sale de sus labores. “Por ser las 6:00 de la tarde ya tengo que pagar 10 mil bolívares. Me parece injusto porque ese no es el pasaje oficial. Ellos creen que nosotros tenemos un banco personal que nos permite tener 80 mil bolívares por semana”.
En otras horas del día los buses cobran entre 4 y 5 mil bolívares.
Versión de los transportistas
Mientras los usuarios y los representantes de los gremios en la entidad se quejan de las tarifas y lo difícil que se ha vuelto llegar a sus sitios de trabajo “porque el sueldo no les alcanza”, los trabajadores del volante insisten en que es necesario que se fije un nuevo aumento.
Según sugieren debería ser elevado a 20 centavos de dólar, alrededor de 14 mil bolívares, para afrontar la crisis que también los afecta a la hora de comprar repuestos para mantener sus vehículos activos.
Al ser consultado por el equipo de El Tiempo sobre los motivos para elevar las tarifas de manera arbitraria, Alberto Bolívar, chofer de la ruta Tronconal 3, señaló que se debe a que los gastos en lubricante y demás insumos son muy elevados y cotizados en dólares, por lo que cualquier ganancia en bolívares se quedaría pequeña a la hora de buscar precios.
“Sabemos que los pasajeros se ven perjudicados porque la situación está dura, pero también deberían ponerse del lado de nosotros y entender que si gastamos todo en un caucho o en cualquier otro repuesto no nos queda para llevar la comida a la casa”, aseguró.
Milena Pérez / Puerto La Cruz