Durante el encuentro entre Matarrayas de Tampa Bay y Marlins de Florida en el extinto Pro Playe Stadim de la ciudad de Miami (2003) se produjo el debut de uno de los peloteros más emblemáticos de Venezuela y las Grandes Ligas: Miguel Cabrera.
Para todo beisbolista joven su ilusión es ser parte del Big Show y luego constituirse en el circuito; firme ejemplo es el oriundo de Maracay, estado Aragua, pues desde esa oportunidad, al día de hoy, encarriló ese sueño, con el que ha persistido en 20 años y ahora catalogado como una leyenda equiparada con otros mitos que han dejado su propia huella.
Cabrera (39) ya es más que historia pura en la Major League Basseball (MLB), tras conectar este viernes 22 de abril el hit 3.000 de por vida como bigleaguer y el cual le abrió las puertas para ingresar a un selecto grupo de otros 32 jugadores, quienes también tuvieron la dicha de alcanzar la importante cifra.
Sin embargo, no todos los pertenecientes a esa treintena pueden contar que, además de haber ligado los tresmilésimos inatrapables, ostentan el registro de 500 o más jonrones en su recorrido por las Mayores.
El pasado 22 de agosto de 2021 “Miggy” se convirtió en el vigésimo octavo exponente que alcanza ese número de estacazos, pero sólo con Hank Aaron, Willie Mays, Eddie Murray, Rafael Palmeiro, Albert Pujols y Alex Rodríguez puede decir que es miembro de este club.
Hablar de estadísticas individuales es mencionar directamente a Aaron. El miembro del Salón de la Fama disparó 755 vuelacercas cuando estuvo activo entre los años 50 y 70; una cifra que lo posiciona en el segundo lugar de todos los tiempos de ese departamento, siendo superado por Barry Bonds (762).
No obstante, quien es uno de los mejores peloteros que ha pasado por las Grandes Ligas, domina el casillero de los máximo hiteadores, pues durante sus 23 años de carrera con Bravos de Atlanta y Cerveceros de Milwaukee, sonó 3.771 incogibles.
Dicen que no hay que ser experto en matemáticas para saber lo que significa, pero tal vez Aaron construyó un legado que va más allá de los números. Una representación de durabilidad y longevidad. Uno de los mejores jugadores que ha levantado un bate en la historia del béisbol
Al hombre récord le sigue Mays, el líder en cuadrangulares en varias temporadas de la MLB. Vistiendo las casacas de Gigantes de Nueva York/San Francisco y Mets de Nueva York, bateó 3.293 imparables y conectó 660 jonrones entre los años 1951 y 1973.
Por su parte, Murray y Palmeiro se las arreglaron a fuerza de regularidad en cada temporada para tener sus registros. El primero, a pesar de que pocas veces encabezó apartados ofensivos, se retiró con 3.255 inatrapables y 504 batazos de vuelta completa. Mientras que el segundo, con 569 recorridas de bases y 3.002 hits, figura también en el distinguido listado.
Entre los otros seis toleteros de la nómina, Miguel Cabrera ha podido jugar en contra de dos de ellos: Albert Pujols y Alex Rodríguez, dos máquinas ofensivas de los últimos 25 años. El dominicano, aparte de ser junto al maracayero el único jugador en activo de este selecto, es uno de los bateadores más consistentes desde que hiciera su estreno en la Gran Carpa hace más de 20 años.
Producto de ese desempeño, cuenta actualmente con 3.308 incogibles y 681 estacazos; dígitos que lo ubican como una proeza que nunca defraudó al béisbol latino y que solo puede ser comparado con Cabrera. “The Machine” tiene un puesto seguro en Cooperstown, cuando llegue su momento.
En tanto, el estadounidense A-Rod, de ascendencia quisqueyana, ligó en sus tiempos 696 jonrones y 3.115 hits. De cualquier manera, aunque haya estado vinculado con el uso de sustancias prohibidas, no se le repudiará el potencial que mostró parado en el plato y que gracias a ello lo hace formar parte de este registro histórico, al que no arriban todos.
Ciertamente, ha pasado mucho tiempo desde que José Miguel Cabrera Torres dejó de jugar como el astro que impresionó específicamente durante la última década. Ya no es el mismo de la época de la Triple Corona, pues los años no pasan en vano para nadie.
Sin embargo, el venezolano ha logrado lo que muy pocos en la historia de este deporte han conseguido a su edad: mantenerse, tal vez no a tope, pero sí en un nivel que lo represente y que viéndose en los rostros de quienes ya son más que legendarios, pueda seguir ampliando sus cifras para entrar sin problemas al olimpo.
Puerto La Cruz / Paúl Álvarez