El gigante francés del juego Ubisoft se está separando de su director creativo junto a otros dos ejecutivos y promete tolerancia cero para el comportamiento "tóxico" del personal, luego de una investigación interna de mala conducta y reportes de medios de acoso sexual en el lugar de trabajo.
En un comunicado el domingo , el CEO de Ubisoft, Yves Guillemot, dijo que el desarrollador de "Assassin's Creed" y otros juegos "ha incumplido su obligación de garantizar un entorno de trabajo seguro e inclusivo para sus empleados".
"Esto es inaceptable, ya que los comportamientos tóxicos están en contraste directo con los valores que nunca he comprometido, y nunca lo haré", expresó Guillemot.
Ubisoft anunció la renuncia inmediata de Serge Hascoet como el poderoso director creativo de la firma.
Hascoet se unió a Ubisoft en 1987, un año después de que Guillemot fundó la compañía con sus cuatro hermanos. La empresa había descrito previamente a Hascoet como su "líder creativo" cuya "visión única ha infundido todos los juegos lanzados por la firma".
El director de los estudios canadienses de Ubisoft, Yannis Mallat, también se va de inmediato, porque "las recientes acusaciones que han salido a la luz en Canadá contra múltiples empleados hacen que sea imposible para él continuar en esta posición", manifestó la compañía.
Cecile Cornet está siendo reemplazada como directora global de recursos humanos de Ubisoft.
Guillemot también prometió más "cambios profundos en toda la empresa para mejorar y fortalecer nuestra cultura en el lugar de trabajo".
Las investigaciones realizadas por el diario francés Liberation y otros informes de los medios de comunicación han señalado el presunto acoso sexual dirigido a las empleadas y otras conductas indebidas en el ambiente laboral. Además, existe una creciente voluntad de algunos en la industria para hablar en contra de los abusos a raíz del movimiento #MeToo.
El cambio de dirección en Ubisoft sigue a su anuncio en junio de una investigación interna y una disculpa "a todos los afectados por esto".
"Debemos hacerlo mejor", decía entonces.
París / AP
