Este sábado, cientos de aldeanos mataron a 292 cocodrilos en un criadero ubicado en la provincia de Papúa Occidental, tras el funeral de un hombre, de 48 años, que lo mató uno de los reptiles luego de que entrara a lo alrededores de un lago de reproducción, dijo Basar Manullang, director de la Agencia de Conservación y Recursos Naturales de la localidad.
Se cree que el individuo entró al santuario en el barrio Klamalu, del distrito Sornog, para cortar el césped para su ganado.
“Ya que matar a los cocodrilos es ilegal, nos coordinamos con la policía para la investigación”, dijo Manullang.
La agencia dijo en un comunicado que los aldeanos iban con machetes, martillos, palas y otras armas afiladas. Mataron a dos cocodrilos grandes de hasta 4 metros (13 pies) y varias crías que medían entre 50 y 150 centímetros (20 y 60 pulgadas).
Los testigos dicen que unos 40 policías llegaron a la escena, pero el grupo los superaban por mucho en cantidad para poder detenerlos.
Unos cinco testigos han sido interrogados, pero no se han identificado a los sospechosos, dijo la policía.
La policía motiva una conversación entre la familia de la víctima y Mitra Lestari Abadi, la compañía que opera el santuario.
AP