Desde que se inició el estado de alarma por el coronavirus, el Gobierno nacional ordenó el uso obligatorio de mascarillas en el transporte público y expendios, a fin de prevenir contagios, y la población empezó a acatar la medida. Sin embargo, a 11 semanas de haber comenzado la cuarentena y cuando la cifra de casos de COVID-19 en Venezuela se ubica en 1.121, hay personas que han dejado de usarlas.
En la zona norte de Anzoátegui se aprecian ciudadanos que transitan por las calles como si no existiese la pandemia que en el mundo ya registra 5 millones 435 mil contagios y que se ha cobrado la vida de más de 345 mil personas.
En calles de Barcelona y Puerto La Cruz, por ejemplo, se notan transeúntes que no llevan el artículo de protección en el rostro, lo que es más frecuente entre los jóvenes. Algunos se cubren nariz y boca con pañuelos, camisas o cualquier tela que lleven a la mano.
Uso indebido
Otro de los aspectos que resaltan en las calles con respecto al tapaboca es el uso incorrecto que muchos le dan. Unos lo llevan en la cabeza, en el cuello, en la barbilla, colgados en una oreja, en la mano o con las trenzas desamarradas y otros portan recortes de tela que no abarcan nariz y boca, como las mascarillas desechables y las caseras.
Quienes pretenden ingresar en el transporte público o a establecimientos comerciales de esa forma son reprendidos por conductores y empleados. Y a los que no los lleven consigo se les prohíbe la entrada.
Barcelona / Milena Pérez