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El Tiempo Informando al Pueblo Oriental

Tomás Straka: Locura histórica es hacer una revolución para que las cosas no cambien

agosto 21, 2022
“La lección histórica que no termina de aprender el venezolano es que debe aprender historia”, señala Tomás Straka Medina / Foto: Archivo

El historiador y profesor universitario, Tomás Straka, enmarca al poder en Venezuela dentro de la llamada “historia insurgente”. Considera que el presidente Maduro encabeza un sistema en plena formación. Recomienda a la oposición que materialice la idea de Alfredo Maneiro: “eficiencia política y calidad revolucionaria”.

–¿Cuándo comenzó este llegadero?

–No estoy seguro de que estemos en un llegadero.  Creo que ya arribamos a uno, hace unos años, y echamos a andar otra vez; habrá que ver hacia dónde.

–¿Quién es más culpable: el soberano elector o el gobierno militarista elegido?

–Hay que ver el caso del que hablas con detenimiento.  Elegir consciente y libremente, hace responsable al elector.  Que el elegido haya ocultado sus intenciones y después no se deje remover cuando las promesas no resultaron ciertas, pone las cosas en otro nivel.  Tendría que analizar con calma el caso.

–¿Qué sucede cuando un país no le interesa u olvida su historia? ¿La repite?

–Toma decisiones como un adolescente, que se enfrenta al mundo sin referencias para tomarlas. Repetir exactamente la historia no es posible, pero sí se puede crear una nueva con viejos errores, o, peor, seguir en la misma creyendo que se está cambiando.

–¿La lección histórica que no termina de aprender el venezolano?

–Que debe aprender historia.

–¿Hasta cuándo el último caudillo, o mesías, o gendarme necesario?

–Hasta que nos liberemos de esa ilusión.

–¿Cuál de las tres cosas anteriores fue Chávez?

–Ninguna.  No fue exactamente un caudillo, y si aceptásemos que lo fue, en todo caso no es posible afirmar que fue el último.  No fue un mesías, aunque algunos lo vieron así.  Y de la figura del “gendarme necesario”, ni fue gendarme, ni fue necesario, ni hizo nada de lo que se esperaba de esta figura Vallenilla-Lanz.

–¿Qué es Maduro?

–La cabeza de un sistema que se está configurando. 

El mito golpista 

–¿Un golpe militar o de Estado necesario en la historia? 

–¿Necesario para qué? Ahí estriba la respuesta. 

–¿Por qué muchos aún lamentan el que derrocó a Pérez Jiménez en 1958? 

–A Pérez Jiménez no lo derrocó un golpe. Fue un amplio movimiento social, al que se unió el alto mando al final ante la evidencia de que no podía controlar la situación. Dicho aquello, unos se lamentan de aquello por idealización del pasado.  Otros por convicciones autoritarias, a veces muy racionalizadas, y a veces no tanto. 

–¿La tergiversación histórica? 

–Hay tantas que es difícil escoger una.   

–¿Otro poder electoral en el tiempo tan identificado con un gobierno? 

–Todos los anteriores a 1958. 

–¿Y una Fuerza Armada? 

–Con el gobierno, muchas.  Con un discurso tan político y partidista, que es otra cosa, tal vez la de Gómez. 

–¿Otro gobierno obsesivo del Libertador? 

–Guzmán Blanco y Gómez, por nombrar dos.  Como se los mire, incluso, lo fueron mucho más que la actual administración. 

–¿Otro gobierno reconcomiado con Paéz? 

–El de Monagas a partir de 1848.   

–¿La historia sospechosa? 

–¿Sospechosa de qué o en qué modo? 

–Según “el canal de todos los venezolanos” (VTV), Santander mató a Bolívar y Guzmán Blanco a Zamora… 

–Lo segundo es viejo expediente, que arrancó de los liberales antiguzmancistas en la década de 1860, sobre todo Félix Bigotte.  El hecho de que cuando un francotirador mató a Zamora el único testigo haya sido Guzmán, y que éste haya sido a la larga uno de los mayores beneficiarios de su muerte, dio pábulo para toda clase de rumores.  Pero al cabo eran rumores basados en hechos.  Lo de Bolívar asesinado no tiene ningún asidero real.  No es ni siquiera una tergiversación.  Es simplemente una mentira.  

–¿Qué clase de historia sale de un historiador adoctrinado? 

–Una fábula que se hace pasar por verdad. Es decir, una estafa. 

¿Lo es usted de derecha? 

–No, de ninguna manera. ¿Qué pudo haber producido esta pregunta? ¿Qué puede hacer pensar que soy un historiador de derechas? ¡Sobre todo un historiador adoctrinado de derechas! Tal vez una extrema credulidad de la propaganda chavista que pone como de derecha a cualquiera que sea crítico con ella.  Su pregunta demuestra cuán hondo ha logrado calar la propaganda gubernamental, incluso en aquellos que no se consideran chavistas. 

–¿Los godos de hoy? 

–A Guzmán Blanco le podría gustar ese aspecto de la Venezuela actual: no hay nada que pueda considerarse como godismo en el panorama. 

–¿El estereotipo histórico de esta revolución? 

–La “historia insurgente”, como llaman a la que, precisamente, hacen desde el poder.  

–¿El de la oposición? 

–No sé si haya algo como un estereotipo único para la oposición, en parte porque ella no es única. 

–¿La oposición ideal? 

–La que reúna lo que pedía Alfredo Maneiro: eficiencia política y calidad revolucionaria.  Lo primero, para hacerse una alternativa real; lo segundo, para poder cambiar las cosas.  

–¿Un autócrata constructivo? 

–Los ha habido constructores, como Pérez Jiménez y Guzmán Blanco.    

Héroes anónimos 

–¿Un héroe del siglo XX? 

–De los muchos posibles, escogería el del funcionario, el trabajador o el empresario callado y humilde, que se levantó todos los días temprano, y con eficiencia y  trabajo se fajó por ocho, nueve o diez horas al día para hacer que ocurriera lo mejor de lo que ocurrió. 

–¿El presidente más parecido al actual? 

–Hay primero que hacerse una mejor idea del perfil del actual; solo así se podrá hacer una comparación. 

–¿Un gobierno venezolano mejor que el anterior? 

–Casi todos desde 1935 hasta, al menos, 1979. 

–¿La locura histórica? 

 –Muchas.  Hacer una revolución con el objetivo de que las cosas en realidad no cambien, como ocurrió en 1999, puede llevarse el premio. 

–¿Por qué hay países que descienden de la democracia a la tiranía? 

–Porque no siempre las democracias logran reformar sus fallas, y entonces los pueblos buscan mesías, o los que creen como tales.  Es bastante común, desgraciadamente, de Grecia para acá. 

–¿Son los historiadores unos profetas? 

–No. 

–Al paso histórico actual, ¿el futuro del chavismo? 

–Su reconversión en otra cosa. Difícil de ver aún. 

–¿De la oposición? 

–También su reconversión, en este caso un poco más nítida: una parte en convivencia con el Gobierno, otra que además de convivir, colabora; y otra que se podrá radicalizar.   

–¿Por qué se excluyen hoy de los libros de historia recientes a ciertos personajes? 

–¿Cuáles libros? ¿Cuáles personajes? Los libros de historia son tantos, tan distintos, que es imposible meterlos a todos en un mismo saco. 

–¿Escriben la historia los vencedores? 

 –No.  Los vencedores pueden hacerla una historia oficial.  Pero escribirla, la escriben todos. 

–¿La historia sin fin en Venezuela? 

–La del Gallo Pelón. 

¿La pifia del puntofijismo? 

–No saberse reformar a partir de la década de 1970. 

–¿Su mayor acierto? 

–Los cuarenta años más estables, libres y en muchos momentos prósperos de la historia independiente de Venezuela. 

–¿Son los adecos del 45 como los chavistas de hoy? 

–No.  En 1999 podrían haberse parecido en algunas cosas, aunque no en la fundamental.  Pero a los chavistas de 2022 definitivamente no se parecen. 

–¿Otro gobierno tan relacionado con brujerías y esoterismos? 

–No tengo una noticia clara de cuán relacionado puede estarlo el actual, más allá de rumores que corren.  En cualquier caso, es el único del que hay tantos rumores, valgan lo que valgan. 

–¿Otro presidente civil en la historia manejado por los militares? 

–No tengo evidencias de que el actual presidente esté manejado por los militares. Por lo tanto, la pregunta debería formularse de forma distinta: ¿ha habido otro como Victorino Márquez Bustillos o Juan Bautista Pérez manejados por un caudillo, Gómez?¿O como Germán Suárez Flamerich, en su caso sí, manejado por militares? 

–¿En cuál página va esta historia llamada República Bolivariana de Venezuela? 

–Por su segundo período, después del dominado por la figura de Hugo Chávez y el sueño del socialismo. 

De perfil 

Tomás Helmut Straka Medina nació en Caracas el 25 de octubre de 1972. Doctor en Historia por la Universidad Católica Andrés Bello (Ucab).  Magíster en Historia por la Universidad Central de Venezuela (UCV).  Profesor de Ciencias Sociales egresado del Instituto Pedagógico de Caracas, de la Universidad Pedagógica Experimental Libertador.  Director del Instituto de Investigaciones Históricas “Hermann González Oropeza, sj”, de la Ucab, donde también dirige sus maestrías de historia. Es Individuo de Número de la Academia Nacional de la Historia. Ha sido profesor invitado en la Universidad de Chicago e investigador invitado en la Universidad Nacional Autónoma de México.  Colaborador en diversas publicaciones y portales, como Nueva Sociedad, Debates Iesa, El Nacional y Prodavinci. Ha publicado, entre otros: La voz de los vencidos.  Ideas del partido realista de Caracas, 1810-1821 (2000),  La épica del desencanto.  Bolivarianismo, historiografía y política en Venezuela (2009) y La República fragmentada. Claves para comprender a Venezuela (2015).   

Caracas / Jolguer Rodríguez Costa 

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