Para los trabajadores del Hospital Universitario Dr. Luis Razetti de Barcelona recomendar la higiene y constante lavado de manos es una ironía, ya que no cuentan con el principal recurso para ellos hacerlo: el agua.
Las denuncias por la intermitencia del servicio hídrico se han agudizado desde que aumentó la aparición de casos sospechosos y positivos de Covid-19 en la entidad. Según el mismo personal, el problema se extiende por hasta 72 horas en todas las áreas de hospitalización y afecta la zona de aislamiento donde es indispensable el suministro continuo.
Janet Cuiba, secretaria general del Sindicato Único de Empleados Públicos de la Salud (Sunepsas), sostuvo que el colapso y deterioro de las tuberías es lo que está impidiendo el flujo normal del servicio en el Razetti.
Señaló que el líquido que se almacena en los tanques con los que cuenta el nosocomio se pierde en menos de seis horas debido al mal estado en el que se encuentran los ductos que lo conducen a los pisos del complejo.
Recalcó que esta falla contribuye a que el personal de salud se enferme mientras realiza sus labores.
La secretaria de Sunepsas hizo un llamado a las autoridades nacionales y regionales para que solventen el problema del agua, de la asignación de insumos y mayor dotación de pruebas para detectar el Covid-19, ya que no han podido realizar los estudios a los trabajadores que han presentado síntomas. Además solicitan que el gobierno le de las medicinas correspondientes al personal que se enferma.
“El gobierno no ha dado la atención que merece el sector salud. No nos están dando el mérito que corresponde. Ni siquiera han reportado a nuestros médicos fallecidos. Llamo a las autoridades a sincerarse con la población. Todos merecemos tener claridad en cuanto al ritmo que lleva la pandemia en nuestro estado. El Razetti está saturado y hay días en los que ni siquiera se reportan casos en nuestro estado”, exhortó Cuiba.
En busca de soluciones
En entrevista concedida a Unión Radio, la directora del nosocomio, Tibisay Triana, declaró que junto al gobernador del estado, Antonio Barreto Sira, ya se encuentran trabajando para solventar las fallas del sistema hídrico en el recinto. “Iniciamos una mesa de trabajo y evaluamos la reparación de tuberías rotas, adquisición de tanques y su instalación en zonas específicas.
Señaló que una de los espacios priorizados para la colocación de los nuevos sistemas de agua será la sala de aislamiento para casos de Covid-19, pues corroboró que no cuenta con servicio constante para mantener la higiene que requieren y brindar protección sanitaria al personal de guardia.
Manifestó que el principal recinto asistencial de la zona norte de Anzoátegui tiene dos tanques, uno de 750 mil litros y otro de 850 mil litros, que no cuentan con la presión suficiente para abastecer las distintas áreas durante la contingencia por la pandemia. Destacó que debido a ello racionan el agua y encienden las bombas por un máximo de tres horas.
Enfatizó que “es entendible que las plantas potabilizadoras se paralicen debido a la turbidez originada por las lluvias, pero que la Hidrológica del Caribe (Hidrocaribe) y el Ministerio del Ambiente debieron tomar sus previsiones para que no se viera agravado el servicio en este momento, cuando el recurso hídrico es de vital importancia”.
Barcelona / Milena Pérez