Vecinos de la Sabana de Catuaro, en el municipio Ribero del estado Sucre, realizaron la toma de la escuela indígena Adrián Quijada de la localidad, como medida de protesta por la falta de agua en esa población rural.
En la zona viven unas 400 familias que son afectadas, no sólo por la falta de agua sino también por una sequía crónica, que agrava aún más la situación.
Milagros Aguilera, líder de la comunidad, dijo que llevan 16 años sin recibir una gota de agua por tubería y pidieron presencia de autoridades como el padrino de Sucre, Remigio Ceballos.
La dirigente vecinal, en un video que se difundió este lunes, señaló que aspiran que se retome la construcción del acueducto Clavellinos-Catuaro, que beneficiaría a Sabana de Brito y a otros sectores rurales de Ribero.
“Queremos agua, hasta que no venga ese señor y nos dé respuesta, la institución va a estar tomada, queremos soluciones”.
Otro vecino, cuya identidad no fue posible obtener, explicó que la decisión fue producto de una asamblea de ciudadanos.
En una declaración pública pidieron la activación del 1X10 para que se dé respuesta a la demanda de agua.
Desde Cumana, el vecino dela zona Eulises Quijada informó que lamentablemente no ha habido una reacción oficial ante la toma de la escuela. Además señaló que están dispuestos a tomar más acciones para presionar por una respuesta.
El legislador de Soluciones para Venezuela (SpV) en el estado Sucre, Miguel Vásquez, llamó al gobernador Gilberto Pinto, al general Picado de la Hidrológica del Caribe (Hidrocaribe) y al alcalde de Ribero, Juan Carlos Rojas, para que atiendan a las comunidades de Sabana de Brito y Sabana de Catuaro, ambas sin agua desde hace meses.
“Las consecuencias de la falta del líquido las conocemos, hoy hacen falta soluciones, tales como el envío inmediato de camiones cisternas para cubrir la emergencia, la recuperación total y la puesta en funcionamiento del tanque de almacenamiento de agua ubicado en Tarpax, parroquia Santa Cruz, y la puesta en funcionamiento de los pozos de agua construidos, pero faltan las bombas impulsoras del líquido”.
Sucre/ Yumelys Díaz
