Las autoridades elevaron a 18 el número de fallecidos tras un potente sismo que remeció Hokkaido, la principal isla del extremo norte de Japón. En una pequeña localidad, 12 personas seguían desaparecidas luego de que toda la ladera de una montaña colapsó sobre sus viviendas.
La región recuperaba lentamente los transportes y la electricidad, y casi la mitad de las casas de la isla tenían luz un día después de apagones generalizados en toda la zona. Las autoridades dijeron que la situación podría volver a la normalidad durante el fin de semana, aunque las reparaciones en la principal planta eléctrica de Hokkaido podrían demorarse hasta una semana.
Los rescatistas utilizaban perros rastreadores, topadoras y palas para retirar las toneladas de barro y los escombros depositadas por los deslaves provocados por el potente sismo de magnitud 6,7 que remeció la isla en la madrugada del jueves.
Tras más de un día excavando, no se reportó la aparición de sobrevivientes en las casas aplastadas a las afueras de la localidad de Atsuma, no muy lejos del epicentro del movimiento telúrico.
En el interior de Atsuma, una comunidad costera de alrededor de 4,600 habitantes que se anuncia como un destino para surfear con un excelente estilo de vida, había pocos indicios de daños, pero este viernes seguían sin electricidad y las tiendas estaban cerradas.
Impacto
"No hay suministros por lo que la tienda no puede funcionar. Es duro", señaló Yasuhiro Kurosaki mientras su esposa mecía a su hijo pequeño en el exterior del supermercado propiedad de su padre. En el establecimiento, que estaba a oscuras, los estantes estaban vacíos salvo por algunas bolsas de patatas fritas.
La mayoría de los residentes pedía comida, agua y refugio en la oficina local de servicios sociales.
En el interior de la isla, los campos de arroz sin cosechar se extendían junto a un amplio tramo de una ladera que se vino abajo arrojando tierra y madera sobre las casas levantadas al pie de la montaña.
De las 18 personas fallecidas o que se teme que puedan estarlo, 14 eran de Atsuma.
En la capital de la isla, Sapporo, la mayor parte de la ciudad de 1,9 millones de habitantes tenía luz y agua. El tren bala reanudó sus trayectos y el aeropuerto de Chitose volvió a funcionar.
Aunque el número de víctimas mortales fue relativamente bajo en la ciudad, en algunas zonas los daños fueron graves, con casas destrozadas y carreteras derruidas o hundidas. Un deslave dejó varios autos semienterrados, y el piso cedió provocando socavones de más de un metro (yarda) en algunas zonas.
Atsuma / AP