Un llamado de atención del sargento segundo, Gregorio Javier Migueles de la Rosa, fue el detonante para que el soldado raso, Jocsán Moisés Valdivieso, lo buscara al regresar de una patrulla y tras una acalorada discusión le propinara una ráfaga de 21 disparos, que lo dejaron muerto en la orilla del rio, donde el tropa profesional lavaba su ropa. El joven, luego de la terrible acción, tomó el arma y se disparó en la boca, acción que lo mató en el acto.
Todo el drama entre superior y subordinado ocurrió en las cercanías del comando de la ADI-532, donde acantonan efectivos de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB), en el municipio Ribero del estado Sucre, y que forman parte de las llamadas URRA (Unidad de Respuesta Rápida) del estado Monagas. En total hay unos 90 efectivos en ese lugar, la mayoría procedente del estado Monagas.
Según trabajos de pesquisaje de detectives del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc), delegación municipal Bermúdez, el sargento segundo, que era plaza del 633 Batallón de Ingenieros de Combate “Juan Manuel Cajigal”, reportó al soldado, efectivo del 322 Batallón Caribes “Cnel. Francisco Carvajal”, quien no estaba en el comando a las 04:00 de la mañana del domingo y procedió a sancionarlo.
Por el hecho se incautaron conchas calibre 7.62, un arma tipo fusil y nueve balas, entre otros objetos. El caso quedó a cargo de la fiscalía segunda del Ministerio Público, Primer Circuito Judicial del estado Sucre.
Sucre / Cecilia Lárez