Los senadores republicanos Marco Rubio y Rick Scott están incrementando la presión sobre el gobierno del presidente Donald Trump para que actúe en torno a la crisis en Venezuela, a la cual describen como un asunto de seguridad nacional.
Al término de una conversación este viernes con exiliados venezolanos, cubanos y nicaragüenses, los dos legisladores arremetieron contra Cuba por colaborar con Nicolás Maduro en su disputa con el presidente encargado Juan Guaidó, quien es apoyado por Estados Unidos.
El gobierno cubano rechaza las afirmaciones de que tiene soldados en Venezuela.
Estados Unidos y más de 50 naciones consideran que la reelección de Maduro del año pasado fue ilegítima porque se cometió fraude.
Rubio se mofó de los reportes de que Maduro estaba derrotando a Guaidó, tres días después de que el legislador venezolano convocó a un alzamiento militar.
“Esta idea de que Maduro va ganando es ridícula”, afirmó. “Este es un movimiento pacífico de desobediencia civil”.
Rubio dijo que no hay duda de que Estados Unidos enfrenta una amenaza real. Señaló que el gobierno estadounidense debe estar dispuesto a enfrentar a Venezuela, y dejó entrever que el grupo paramilitar Jezbolá se encuentra en la nación sudamericana. El líder del grupo libanés ha refutado esa afirmación.
Scott señaló que las fuerzas armadas estadounidenses deben entregar asistencia humanitaria para poner fin a lo que describió como un “genocidio” provocado por la escasez de alimentos y medicinas. Advirtió que Venezuela podría convertirse en la próxima Siria.
“Uno ve a todos los participantes malos y ve lo que ocurrió allí. Está Rusia, está Irán, está Jezbolá. Todos están allí”, afirmó Scott. “Pensar que vamos a tener a Siria en este hemisferio si no enfrentamos esto ahora. Va a ocurrir, es sólo cuestión de cuándo ocurrirá”.
Los legisladores se reunieron con Romy Moreno, esposa de Roberto Marrero, jefe de despacho de Guaidó. Las autoridades venezolanas encarcelaron a Marrero el mes pasado, acusándolo de estar involucrado en una conspiración para derrocar a Maduro.
Miami / AP
