Buena parte del territorio venezolano carecía de electricidad durante este viernes en uno de los apagones más grandes de los últimos años que exacerbó los ánimos en un país ya tenso debido al continuo malestar político.
El presidente Nicolás Maduro ordenó el cierre de las escuelas y las instalaciones de gobierno y pidió a los negocios que no abran para facilitar el trabajo de las cuadrillas que trataban de restaurar el fluido.
El apagón afectó 22 de los 23 estados, según algunos informes. La capital, que hasta el presente no había sufrido lo peor del colapso de la red nacional, quedó sin electricidad durante la hora pico del jueves y aún lo sufría 15 horas después.
El metro de Caracas se paralizó, lo que obligó a cientos de personas a lanzarse a la calles para tratar de llegar a sus casas. Además, la mayoría de los semáforos estaban fuera de servicio, lo que provocó gran congestionamiento vial. El caos empeoraba debido a que cientos de personas que caminaban no permitían el paso de automóviles.
En la maternidad de la Clínica Ávila, en un barrio rico del este de Caracas, madres lloraban mientras enfermeras con velas monitoreaban los signos vitales de bebés prematuros en incubadoras cuando se apagaron los generadores de respaldo.
El gobierno atribuyó el apagón a una “guerra eléctrica” dirigida por Estados Unidos. El ministro de Comunicaciones, Jorge Rodríguez, dijo que extremistas de derecha empeñados en provocar caos, que recibían órdenes del senador republicano Marco Rubio, habían “perpetrado sabotaje criminal brutal contra nuestro sistema de generación”, aunque no presentó pruebas de ello.
“Un poco de paciencia”, pidió Rodríguez por la televisión estatal, y aseguró que se restauraría el servicio en pocas horas.
Pero a medida que transcurría la noche, se agotaba la paciencia en Caracas.
Muchos vecinos abrían sus ventanas y golpeaban ollas y sartenes. Algunos vociferaban insultos contra Maduro. Las redes sociales, habitualmente hiperactivas, estaban sumidas en el silencio ya que buena parte del país quedó sin acceso al internet. La misma TV estatal salió del aire.
Venezuela está en medio de una lucha política entre Maduro y el dirigente opositor Juan Guaidó, titular del legislativo, quien se autoproclamó presidente interino legítimo y fue reconocido por medio centenar de países, Estados Unidos entre ellos.
“¿Cómo se le dice a una madre que debe cocinar, a un enfermo que depende de una máquina, a un obrero que debe trabajar que estamos en un país potencia #SinLuz?” dijo Guaidó a través de Twitter. “Con el cese a la usurpación llegará la luz”.
El sistema eléctrico de Venezuela, antes envidiado por toda Latinoamérica, ha caído en mal estado debido a años de falta de mantenimiento y mal manejo. Altos funcionarios han sido acusados en procesos judiciales en Estados Unidos de apoderarse de fondos destinados al sistema.
Si bien los apagones intermitentes son habituales últimamente en Venezuela, pocas veces han afectado simultáneamente a tantos estados y por períodos tan prolongados.
Las facturas de energía para el hogar son excepcionalmente bajas, apenas unos dólares por mes, gracias a los subsidios del gobierno.
La nación sufre una hiperinflación prevista en 10 millones por ciento este año, además de escasez de alimentos y medicamentos, y ha perdido aproximadamente el 10% de su población que ha emigrado en los últimos años. Los problemas probablemente se agravarán con el impacto de las sanciones de Washington a la industria petrolera.
La Corporación Eléctrica Nacional (Corpoelec) dijo en su cuenta de Twitter que la falla fue consecuencia de que “sabotearon la generación en Guri... esto es parte de la guerra eléctrica”, pero no ofreció detalles.
“¿Cuál era la intención?”, se preguntó Rodríguez. “Someter al pueblo de Venezuela a varios días sin suministro de servicio eléctrico para agredir, para maltratar, para que se quedaran distintas áreas vitales” sin energía eléctrica.
El complejo hidroeléctrico del Guri, ubicado en el estado suroriental de Bolívar, suple cerca del 60% del consumo eléctrico del país suramericano.
Las autoridades suelen atribuir las fallas a acciones de sabotaje, pero especialistas y opositores sostienen que los frecuentes apagones se deben a problemas en la capacidad de generación, un deficiente mantenimiento de las instalaciones y mal manejo gerencial.
Rubio, el impulsor de la posición del gobierno de Donald Trump contra Maduro, respondió con ironía la acusación de que era responsable de la crisis energética.
“Mis disculpas al pueblo de Venezuela”, tuiteó el republicano. “Debo haber cliqueado en el lugar equivocado del app ‘ataque electrónico’ que descargué de Apple. Culpa mía”.
Caracas / AP