Rusia lanzó un nuevo ataque masivo con drones contra Ucrania mientras Kiev confía en contar con suficientes recursos para continuar combatiendo contra las fuerzas rusas pese al bloqueo de la ayuda estadounidense por la tensión de demócratas y republicanos en pleno año electoral en EEUU.
“Los ocupantes lanzaron un ataque con 45 drones Shahed-136/131 desde las zonas de Balaklava y el cabo Chauda”, en la anexionada península de Crimea, informó hoy en Telegram la Fuerza Aérea de Ucrania, según la cual, logró derribar 40 drones kamikaze en las regiones de Kiev, Vínitsia, Zhitomir y Kirovogrado, entre otras.
El jefe de la Administración Militar de Kiev, Serguí Popko, señaló en Telegram que la capital ucraniana fue uno de los principales objetivos del ataque ruso, que duró alrededor de dos hora sin causar “víctimas ni daños”.
Sin embargo, fue la región sur de Ucrania la que más sufrió las consecuencias de esta oleada de drones, donde según las fuerzas de Defensa del Sur fueron dañadas viviendas y automóviles civiles.
“La prioridad del enemigo fue nuevamente la franja de infraestructura costera y los objetivos agroindustriales. Debido al impacto de un dron en Mikoláiv se desató un incendio, la onda expansiva dañó varias viviendas aledañas, automóviles civiles y un gasoducto”, informó la dependencia militar.
Se trata del segundo ataque durante el fin de semana, ya que la víspera Rusia lanzó tres oleadas de drones contra la infraestructura portuaria de región de Odesa, donde alcanzó varios objetivos.
A diferencia de otras ocasiones, en las que el Ministerio de Defensa ruso informa sobre sus ataques contra Ucrania, en esta ocasión el mando militar ruso prefirió guardar silencio.
Entretanto, el bloqueo de la ayuda estadounidense por la tensión de demócratas y republicanos en pleno año electoral en EEUU comienza a mostrar sus consecuencias: el estadounidense Instituto de Estudios de la Guerra (ISW) se sumó a las alertas de The New York Times sobre la posibilidad de que Ucrania enfrente un déficit de misiles antiaéreos ya en marzo próximo.
“Los retrasos en la ayuda occidental pueden conducir a una importante escasez de misiles de defensa antiaérea ucraniana que podría permitir al Ejército ruso bombardear a las fuerzas ucranianas o incluso a las ciudades de primera línea de manera más agresiva”, señaló el ISW, que calificó de “crítica” la situación.
Por ello, según el centro estadounidense, las fuerzas rusas presionan constantemente “el limitado paraguas de defensa antiaérea ucraniano con ataques de misiles y drones (…) para “obligar a las fuerzas ucranianas a gastar misiles y retirar y reparar los sistemas de defensa aérea ucranianos que están en el frente”.
Sin embargo, el líder del partido oficialista “El Servidor del Pueblo” en el Parlamento, David Arajamia, intentó lanzar un mensaje de tranquilidad a los ucranianos al afirmar en una entrevista a la agencia azerbaiyana Report que “tenemos recursos para dos meses más, por ello nos sentimos seguros”.
Aunque reconoció las dificultades con el financiamiento estadounidense, recordó que la UE aprobó recientemente el programa de ayuda de 50.000 millones de euros para los próximos cinco años.
“La semana pasada estuve en EEUU y fui testigo del apoyo a Ucrania”, añadió, al achacar la demora en destinar ayuda a su país por parte de Washington a “problemas internos pendientes, vinculados a la frontera”.
Mientras, las fuerzas rusas aprovechan el déficit de armas y la indeterminación creada por los cambios que tienen lugar en la cúpula militar ucraniana para intensificar las acciones en el estratégico bastión de Avdivka, que buscarían tomar de regalo para las elecciones presidenciales de Rusia de marzo próximo.
Según informó a la televisión pública el portavoz militar Dmitri Lijovi, los rusos tratan de avanzar al sur de la planta metalúrgica de Avdivka y cortar así las rutas de suministro del Ejército ucraniano.
“Si se acercan a esta arteria de suministro, a la carretera que pasa junto a la metalúrgica, los abastecimientos, la logística, el reemplazo y los refuerzos de nuestras unidades se verán dificultadas”, reconoció.
El periodista alemán Paul Ronzheimer, editor en jefe adjunto de Bild, visitó el frente ucraniano y reconoció que “los rusos llevan ventaja”.
“Aunque las fuerzas rusas están agotadas, avanzan metro a metro. El número de bajas es enorme, a veces hasta mil personas diarias. Pero al presidente ruso, Vladímir Putin, no le interesan sus soldados. Quiere la victoria a cualquier precio”, concluyó.
Rusia / Efe