Bucarest llevó a cabo el evento de tallado de calabazas que según los organizadores es el más grande de Europa.
Miles de visitantes pusieron a prueba su habilidad cuando se tallaron más de 30.000 calabazas en un parque público en la capital de Rumania antes de Halloween, dedicando horas a su trabajo.
Los resultados de sus esfuerzos fueron exhibidos en un andamio de 4 metros de altura y 100 metros de largo.
Halloween era prácticamente desconocido en Rumania antes de la caída del comunismo en 1989. Desde entonces, se ha popularizado entre rumanos de todas las edades y ahora es un evento establecido celebrado con fiestas y acontecimientos en todo el país.
Algunos rumanos ortodoxos y miembros del clero desaprueban de las celebraciones, calificándolas de “anticristianas”, desaconsejando a padres que sus hijos usen “máscaras de criaturas malvadas” y deplorando la naturaleza “demoniaca” de las festividades.
Sin embargo, niños vestidos en coloridos disfraces de fantasmas, monstruos y superhéroes fueron el motor tras del evento el fin de semana, tallando meticulosamente sus calabazas y luego compitiendo en un desfile de disfraces.
El éxito del Halloween Pumpkin Fest sorprendió a los organizadores que vieron cómo se acabaron las 30.000 calabazas presupuestadas y tuvieron que llevar camiones más para satisfacer la demanda.
Bucarest / AP
