El terremoto que afectó gravemente a Turquía y Siria, con un saldo de más de 11 mil fallecidos hasta el momento, se convirtió en uno de los más mortíferos de la década. El número de decesos sigue en aumento.
Además, las temperaturas bajo cero representan un desafío adicional para los equipos de rescate, quienes continúan en la búsqueda de sobrevivientes en ambas naciones.
Países de todo el mundo han enviado ayuda humanitaria y decretado días de duelo en muestra de solidaridad.
Puerto La Cruz / Redacción web