Ante el entuerto de las ideologías, el ex diputado y ex vicepresidente del CNE, Rafael Simón Jiménez, apuesta por los valores y principios universales. Propone diálogo, calle y voto, y que la oposición se olvide de elecciones primarias y busque por consenso otras alternativas, “dado el rechazo que acumulan los líderes políticos más protagónicos”.
–¿El secreto mejor guardado del Gobierno?
–La fecha exacta de la muerte de Hugo Chávez.
–¿De la oposición?
–La clave para equivocarse siempre de la misma manera.
–Dicen las encuestas que 78% de la población cree que los partidos de oposición trabajan para el Gobierno. ¿Cuál será el secreto?
–Esa capacidad infinita e incorregible de equivocarse, unos piensan que de buena fe, y otros que tarifadamente, pero terminan favoreciendo al Gobierno.
–¿De qué siglo es el socialismo del siglo XXI?
–Después de llevarnos al siglo XIX, ahora nos demuestran que el capitalismo salvaje es la fase superior del socialismo del siglo XXI.
–¿Qué es todo esto?
–Para decirlo con palabras del difunto: una mezcla de ineficacia, burocratismo y corrupción.
–¿Los grandes reivindicados de la historia?
–Los que inventaron el lema inmortal de libertad, igualdad y fraternidad de vigencia intemporal.
–¿Una Asamblea Nacional como la actual en la historia?
–¡Ninguna!, ni siquiera el Consejo de Estado que nombró Juan Vicente Gómez y que el infaltable humor del venezolano llamaba “el potrero “.
–¿Necesita un psicoanálisis el venezolano?
–A los venezolanos de este tiempo nos ha tocado vivir una crisis prolongada y terrible, capaz de socavar el equilibrio emocional del más flemático.
–¿Terminará la UCV en manos del Gobierno?
–No si hace bueno su lema y la letra de su himno de ser la casa que vence las sombras.
–¿La peor sombra?
–Yo como ucevista de pre y post grado siento devoción por nuestra máxima casa de estudios, pero creo que en muchos episodios se ha enclaustrado, perdiendo sintonía con el país.
–¿Fue un error la lucha armada?
–El error más grande y costoso cometido por las fuerzas de izquierda en Venezuela, que se dejaron encandilar por la Cuba castrista.
–¿La época de mayor prestigio militar en el siglo XX?
–El año de 1958, cuando las fuerzas armadas y el almirante Larrazábal como presidente de la transición demostraron su decisión de defender la democracia, lo que luego serviría de inspiración en la lucha contra la agresión de Fidel Castro a Venezuela.
–¿Qué es hoy la Fanb?
–Yo siempre distingo entre la cúpula militar y las Fanb; tengo la convicción de que la vocación militar entraña un alto compromiso con la patria, la democracia y la libertad. Eso se pondrá de manifiesto cuando venga el cambio democrático.
–¿Desaparece un país cuando sus ciudadanos deciden abandonarlo?
–Venezuela es un gran país. Los millones de venezolanos que han decidido emigrar en busca de la subsistencia viven conectados con Venezuela y tienen un gran sentido de pertenencia. Imagino la algarabía de la vuelta a la patria cuando cambie esta terrible situación.
–¿Cree usted también que ha mejorado la situación?
–El verdadero mejoramiento requiere de un gran proyecto de país, que lo reconstruya. Los conciertos, los bodegones, o las burbujas que ha generado la dolarización desordenada del país, son más bien expresión de las terribles desigualdades sociales que existen en Venezuela y que según la última encuesta Encovi de la Ucab atrapa en la pobreza a más de 90% de la población.
–¿Cuándo se torció el camino de la democracia y el progreso?
–Cuando los políticos perdieron la esencia de su vocación y su práctica y se desdibujaron ideológica y moralmente, desacreditando a líderes, instituciones y partidos, lo que abonó la llegada de Chávez.
–¿La gran oportunidad perdida?
–La de no haber hecho los cambios, las reformas y actualizaciones para darle a la vieja democracia mayor participación popular; la partidocracia pudrió las instituciones y se pudrió a sí misma.
–¿Un gobierno mejor que el anterior?
–Los tres primeros gobiernos de la democracia, fueron fructíferos en logros para los venezolanos.
–¿La historia inolvidable?
–La gesta independentista, que fue ejemplo para el continente.
–¿Una historia de historieta?
–La del socialismo del siglo XXI, que terminó en el peor de los capitalismos.
–¿Un modelo de oposición para Venezuela?
–La unidad forjada en 1957 para derrocar la dictadura, que logró integrar en un mismo movimiento a partidos, liderazgos y fuerzas sociales antagónicas y disimiles, unidas por el deseo superior de rescatar la democracia.
–¿Destruyen las ideologías?
–Las ideologías demostraron su incapacidad y desfases para interpretar el mundo de hoy; solo quedan en pie valores, principios e ideas.
–¿Y el ultranacionalismo?
–Es un movimiento regresivo y antihistórico en un mundo cada vez más globalizado; es volver a lo peor del pasado.
–¿Diálogo o calle?
–Diálogo, calle y voto.
–¿Una revolución como la chavista en la historia?
–Difícil, sobre todo por sus resultados en términos de generar mayores niveles de pobreza, exclusión y desigualdad; una falsificación y desnaturalización de cualquier versión revolucionaria.
–¿Es lo mismo chavismo que madurismo?
–Dicen que el madurismo representa a lo peor del chavismo, y hoy desde el interior de los verdaderos creyentes en el proyecto de Chávez, existe la convicción y el sabor amargo de que sus postulados han sido traicionados.
–¿Es el chavismo como el adequismo del 45?
–No, existen rasgos parecidos en cuanto a lo popular, a la vocinglería y la pretensión atropelladora y hegemónica, pero AD, partido al que yo he adversado históricamente, estaba dotado de doctrina, programa y figuras de gran relevancia.
–¿Cómo enfrentar la censura?
–Con creatividad, originalidad y una dosis adecuada de beligerancia democrática, en situaciones como las que hoy vive Venezuela. Hay que correr riesgos.
–¿Se autocensura usted?
–Prefiero dejar de pensar y de escribir que autocensurarme.
–¿En el MAS la vida era más sabrosa?
–En democracia la vida es más sabrosa, aún cuando ninguna situación ni modelo es perfecto. Del MAS tengo los mejores recuerdos de mi juventud y de tantas ilusiones que despertaron sus ideas iniciales.
–¿Hasta cuándo Pérez Jiménez?
–El perezjimenismo ha logrado a contracorriente montar un mito y una matriz de opinión que lo presenta como el gran constructor de Venezuela; eso es una mentira histórica. En solo sus primeros tres periodos la democracia logró muchas más realizaciones que Pérez Jiménez, incluso en el plano de la obra física, para no hablar de las metas sociales alcanzadas.
–¿Ha aprendido el connacional alguna lección?
–El gran desafío al salir de esto, es precisamente blindarnos social e institucionalmente para que una experiencia como esta no vuelva a repetirse.
–¿Consenso o primarias para elegir el candidato opositor?
–Dado el alto cuestionamiento y rechazo que acumulan los líderes políticos más protagónicos, debe buscarse esa candidatura en los sectores de la sociedad civil, generando un consenso en torno a un hombre o mujer que tenga un mandato definido para conducir la transición venezolana. No creo en primarias o encuestas.
–¿Sigue siendo el CNE el mismo de siempre?
–El CNE está controlado en su estructura directiva y funcionarial por el Gobierno, pero esa realidad no ha impedido que la oposición, cuando se ha unido en torno a una estrategia clara, haya obtenido resonantes victorias. Hay que distinguir entre el sistema electoral y el método de votación. El sistema electoral siempre va a estar viciado de ventajismos, chantajes, presiones y abusos de poder, pero el método de votación automatizado, cuando se toman las medidas de control y auditorias, es transparente y fidedigno.
–¿Quién tiene mayor responsabilidad: el elector o el elegido?
–Hay una relación de corresponsabilidad entre el elector y el elegido; el elector selecciona con base en una oferta electoral a su representante, y éste, luego de elegido tiene el dilema moral de cumplir o incumplir sus promesas. Por eso soy partidario de dos figuras que están consagradas en la vigente Constitución de 1999: la rendición de cuentas.
–De agotarse la vía de los votos, ¿procederán las botas?
–Las botas no son una opción porque, precisamente, el militarismo es lo que ha imperado en estos 23 años de gobierno. Procede la lucha democrática, que no es solo votar, sino protestar, movilizarse, organizar y motivar a la gente y hacer uso de todos los escenarios e instrumentos de la civilidad. No se puede combatir al militarismo con más militarismo.
–¿La historia necesaria?
–Que todos podamos convivir con paz, tolerancia, inclusión, unión y progreso.
De perfil
Político, abogado y profesor universitario, Rafael Simón Jiménez Meleán (1953) ingresó en el Movimiento al Socialismo (MAS) y fue elegido diputado al parlamento en 1998 por Barinas, apoyando las políticas del presidente Hugo Chávez. En 2002 es elegido primer vicepresidente de la Asamblea Nacional. Al dividirse el MAS funda junto con Ismael García y Didalco la organización Podemos. En junio de 2003 deja Podemos debido a desacuerdos con García y funda el movimiento Vamos, con el cual inicia su progresiva desvinculación de la administración chavista. Ya en la oposición, fusiona su organización con el partido Grupo Socialdemócrata (GSD) que terminaría conformándose en el Polo Democrático (PD). Cesó como diputado en 2006 y en 2007 se integró al partido Un Nuevo Tiempo (UNT) de Manuel Rosales. En 2020 promueve, junto con Eduardo Fernández, el Movimiento Unión y Progreso. Ese mismo año es nombrado vicepresidente del CNE.
Caracas / Jolguer Rodríguez Costa