El criminólogo Luis Izquiel considera que resultó elocuente que en las pasadas elecciones primarias del Partido Socialista Unido de Venezuela (Psuv) en el estado Monagas, líderes del penal grabaran un video para promocionar una candidatura. Asegura que estos presos encarnan al “hombre nuevo” de la revolución.
–¿Qué queda de pacífica en esta “revolución armada”?
–Esa contradicción entre “revolución armada” y los supuestos planes de desarme que han anunciado es lo que no ha permitido avanzar en esta materia.
–¿Es Venezuela el país más peligroso del mundo?
–Hoy Jamaica está un poco más alto que Venezuela en índice de homicidios. Que nuestro país esté en esos lugares va a ser difícil de revertir, lamentablemente, hasta que se produzca un cambio en lo político.
–¿Los nuevos protagonistas del delito?
–La dolarización de facto está impulsando algunos delitos como el robo y el hurto, por ejemplo. Fíjate que ahora volvieron los robos a camionetas blindadas que trasladan dólares. También las extorsiones y secuestros se cobran en divisas. El hampa se adapta a las realidades económicas y sociales. Pero los problemas estructurales son los mismos: lo social, el mal estado de las policías, el secuestro político de las instituciones de justicia y las cárceles como escuelas de delincuentes.
–Aun fuera del poder el chavismo-madurismo, ¿persistiría el terrorismo político?
–Creo que algunos factores de la actual violencia política, que es generada desde el poder, se verían muy disminuidos con un cambio político.
–Entre el Covid y la delincuencia, ¿cuál es más letal?
–La delincuencia asesina a unas 11 mil personas por año en Venezuela. Creo que las cifras oficiales de muertes por Covid están muy lejos de ese número.
–¿La violencia durante la pandemia?
–En un principio disminuyó por la desmovilización social, aunque aumentaron los casos de violencia intrafamiliar. Hoy, ya con menos restricciones, lamentablemente la violencia criminal ha vuelto al nivel prepandemia.
–¿Contra la universidad?
–No solo es la violencia política, que ya ha disminuido porque casi no hay elecciones estudiantiles o de autoridades en las universidades públicas, sino que la falta de presupuesto está acabando con estas casas de estudio.
–¿Mejoró el trato hacia la mujer?
–En Venezuela hay leyes que protegen a la mujer, pero no se aplican correctamente por la carencia institucional y por la falta de voluntad. El machismo que existe en importantes sectores de nuestra sociedad también es un factor en contra de la ejecución de estas leyes.
–¿Y la violencia de género?
–Aplicaría la respuesta anterior.
–¿Quién podrá defender a la población de las arremetidas de los organismo de seguridad del Estado?
–En teoría, la Defensoría del Pueblo, pero, ¿eso existe? Creo que solo nominalmente. Hoy muchos de los integrantes de la fuerza pública solo generan inseguridad.
–¿La violencia de los poderes públicos?
–Se ve en las ejecuciones extrajudiciales, en la represión al pueblo, en los presos políticos etcétera.
–¿Se mantiene aquella “sensación de inseguridad”?
–En Venezuela hay mucha criminalidad y también una gran sensación de inseguridad en la gente. Las dos cosas. Eso se nota en las calles.
–¿La institución más violenta?
–El cuerpo de seguridad con más denuncias contra funcionarios por delitos y otras irregularidades, es la Policía Nacional Bolivariana (PNB), vendida en 2009 como la supuesta solución al problema policial.
–¿Qué falta para que la violación de derechos civiles sea la norma?
–No lo sé, ya estamos en un nivel similar al de varias dictaduras del cono sur en los años 70-80.
–¿Y para que una dictadura se convierta en tiranía?
–Creo que la diferencia no es mucha, quizás el término tiranía tiene más relación con los antiguos regímenes monárquicos.
–¿Terminará la confrontación de la oposición contra la oposición?
–El adversario que está acabando con el país está al otro lado de la acera.
–¿Ha afectado la paz la oposición?
–Creo que las protestas que se han impulsado son un derecho constitucional y están más que justificadas por la situación actual.
–¿El objetivo real de las “zonas de paz” decretadas por el Gobierno?
–Supuestamente el objetivo era la pacificación de las bandas delictivas, pero en realidad se terminaron fortaleciendo. Un plan irresponsable y nefasto.
–¿Se le devolvió al régimen el armamento suministrado a los barrios?
–Muchas de las armas entregadas a civiles en los últimos 22 años terminaron siendo utilizadas para asesinar gente y para cometer robos, secuestros y otros delitos.
–¿Dónde estará Carlos Revette, alias “el koki”?
–¿Cómo hizo para pasar más de 30 alcabalas militares que hay desde Caracas hasta la frontera con Colombia? Quizás todavía está en Venezuela con sus dos principales lugartenientes.
–¿Qué representan los pranes en esta efervescencia criminal?
–El “hombre nuevo”.
–En fin, ¿hay sinergia entre la delincuencia común y el régimen?
–En estos días, unos pranes del estado Monagas grabaron un video de apoyo a candidatos que participarían en las primarias del oficialismo en esa entidad. ¿Qué más te puedo decir?
–¿Vislumbra más ajusticiamientos populares?
–Si te refieres a los linchamientos populares, estos se producen por la impunidad de las instituciones y por el primitivismo sembrado en buena parte de nuestra sociedad.
–¿Hay violencia en la falta de agua y los apagones?
–Son violaciones a los derechos humanos (DDHH).
–¿Es el país un caso inédito?
–En cuanto a inseguridad, no. Otros países latinoamericanos han pasado por situaciones parecidas a las de la Venezuela de hoy, pero lograron salir del foso con buenas políticas en la materia. Lo tenemos al lado, la Colombia de finales de los 80 y principios de los 90, pero en 30 años lo índices de inseguridad allá bajaron sustancialmente.
–¿Paga el crimen en Venezuela?
–Para algunos, sí.
–¿Penarán algún día los crímenes ecológicos?
–Fíjate la impunidad con la que los “sindicatos mineros” y otras expresiones del crimen organizado están acabando con el medio ambiente del estado Bolívar mediante la extracción ilegal del oro.
–¿Hay violencia en el servicio de salud?
–Que la gente se muera en los hospitales por falta de insumos o personal, es quizás un tipo de violencia.
–¿Qué es comer de la basura?
–Una de las cosas más dantescas que ha traído el saqueo a la nación. Antes decían que los pobres comían Perrarina, pero eso era una leyenda, una mentira, porque la comida para perros cuesta hoy mucho más que, por ejemplo, un kilo de harina de maíz o de pasta.
–¿El peor delito oficial?
–La corrupción, que también mata, por cierto, al quitarles recursos a áreas como salud, seguridad, etcétera.
–¿Comparten responsabilidades gobierno y oposición?
–La oposición muy poco, hasta las policías las intervienen cuando un opositor gana un estado o alcaldía.
–¿La solución final?
–Con respecto a la inseguridad, atacar los problemas estructurales, no hay varita mágica.
De perfil
Luis Izquiel es abogado egresado de la Universidad Central de Venezuela (UCV). Se especializó en Ciencias Penales y Criminológicas. Es profesor de Criminología en la máxima casa de estudios. También ejerció la docencia en las universidades Santa María (USM) y Monteávila (UMA). Redactó la Ley de Regulación de la Telefonía Celular y la Internet en el Interior de los Recintos Penitenciarios, entre otros proyectos de ley. Es experto en seguridad ciudadana, miembro de la Comisión Nacional de Seguridad de Fedecámaras y del equipo que elaboró el Plan País de Seguridad Ciudadana. Asesoró a las comisiones de Política Interior y de Justicia y Paz. Es coautor del libro “Revolución de la Muerte, 20 años de Crimen Violencia e Impunidad en Venezuela”.
Caracas / Jolguer Rodríguez Costa