La grave crisis económica que atraviesa el país que impide que los ciudadanos puedan comprar sus alimentos, ha causado consecuencias en toda la población, pero sobre todo en los niños menores de 10 años, quienes han tenido que amoldar sus estómagos a una alimentación carente de los nutrientes necesarios para su crecimiento y desarrollo conductual y cognitivo, reseñó La Prensa de Lara.
Esta crítica situación es verificada por el Observatorio Venezolano de Seguridad Alimentaria y Nutrición (Ovsan), cuya encuesta más reciente -publicada en Su Noticiero- reveló que el 91% de la población venezolana tiene inseguridad en esta materia.
Según Ovsan, los infantes que están malnutridos son aquellos cuyas comidas están basadas en carbohidratos; las proteínas, grasas y vitaminas no forman parte de sus dietas, pues incluso deben saltarse algunas porque sus padres no tienen los medios suficientes para comprar los rubros necesarios y los alimentos que vienen en las bolsas CLAP (Comités Locales de Abastecimiento y Producción) se vuelven sal y agua.
Que un niño no tenga la alimentación adecuada durante sus primeros años de vida, les traerá consecuencias en su crecimiento y en su desarrollo cognitivo y conductual, debido a que la malnutrición y desnutrición generan una debilidad mental en la que niños de 0 a 8 años pueden tener resultados devastadores e incluso duraderos en su rendimiento escolar y salud reproductiva.
Barquisimeto / Caracas / Redacción Web