La desigualdad en el acceso al empleo y en el nivel de salario de las mujeres con respecto a los hombres ha empeorado en los últimos veinte años, pese a los esfuerzos internacionales por reducir la discriminación de género, de acuerdo a datos revelados el 6 de marzo del 2023 por
Según los nuevos datos, 15 % de mujeres en edad de trabajar quieren un empleo, comparado con un 10,5 % en el caso de los hombres.
La organización recalcó que esta realidad que no se refleja en las estadísticas de desempleo, porque los criterios que se utilizan excluyen «de forma exagerada» a las mujeres.
«La disparidad de género en el acceso al empleo y en las condiciones de trabajo son mayores de lo que pensábamos, y los progresos que se han hecho son lentos y decepcionantes», señaló la entidad al difundir los primeros resultados de una nueva forma de medir estas desigualdades.
La brecha es mucho más elevada cuanto más pobre es el país. En los países en desarrollo en general, casi el 25 % de mujeres no pueden encontrar un empleo, frente al 16,6 % de hombres. El panorama contribuye a mayores responsabilidades familiares que asumen la población femenina, incluido el trabajo que supone el cuidado de niños y ancianos.
Las mujeres también son mayoritarias en los empleos considerados «vulnerables», como por ejemplo los que realizan en sus propios hogares o cuando trabajan para algún familiar.
La OIT reiteró que el acceso reducido al empleo tiene repercusión muy negativa en los ingresos de las mujeres a nivel global: por cada dólar que los hombres ganan, las mujeres ganan 0,51 céntimos.
La disparidad aumenta en los países de ingresos bajos, donde las mujeres ganan entre 56 y 58 céntimos por cada dólar que ingresan los hombres. En ese contexto, los ingresos medios de la población masculina se calculó en 33 céntimos.
La ONU estima que se necesitan 300 años para lograr una una igualdad social y legal en temas de género al ritmo político actual debido a que aún los derechos de las mujeres están siendo «amenazados y violados» en todo el mundo.
Mientras tanto, la ONU conmemoró el 8 de marzo resaltando que solo el 57 % de las mujeres del mundo usan internet y tienen acceso a la tecnología. Bajo ese contexto, el organismo multilateral destaca que la brecha digital afianza más la brecha salarial y las oportunidades de empleo.
«Demasiadas mujeres y niñas todavía no pueden acceder a las oportunidades que ofrece la tecnología», lamentó el presidente de la Asamblea General de Naciones Unidas, Csaba Körösi.
Naciones Unidas destacó que el acceso desigual a internet y el acoso y la misoginia que se detecta en la red son algunas de las cuestiones que más preocupan a los gremios que velan por los Derechos Humanos.
«Tenemos que arreglar las instituciones y los dañinos estereotipos de género que rodean la tecnología, innovación y educación y que fallan a las mujeres y niñas», opinó la directora ejecutiva de ONU Mujeres, Sima Bahous.
«Las mujeres y niñas tienen 27 veces más probabilidades que los hombres de sufrir acoso en la red o discursos de odio. Sólo una de cada cuatro lo denuncian a las autoridades y casi nueve de cada diez limitan su actividad online por ello, lo que refuerza la brecha digital», explicó Körösi.
El organismo multilateral destacó el problema que supone esa escasa presencia de la mujer en el sector tecnológico y en el desarrollo de la inteligencia artificial, una de las herramientas digitales que ya da muestras de sesgos de género.
«Las tecnologías digitales han ofrecido nuevas herramientas para controlar, dañar, silenciar y desacreditar a las mujeres», señaló el jefe de la ONU, que exigió acciones para que se haga rendir cuentas a los acosadores y a las plataformas que les permiten esos comportamientos.
Lissette González, socióloga y miembro de la ONG Provea, señaló que su cuenta de Twitter que la participación laboral de la mujer venezolana es del 53,8% para 2020, la segunda más baja en el registro del Banco Mundial para el país.
«Las últimas décadas han significado una pérdida de derechos», señaló González, agregando que las mujeres en Venezuela hoy en día tienen «menos autonomía económica por la caída en la tasa de participación laboral».
La socióloga afirmó que la brecha salarial más la precariedad del sector sanitario, aunado a los estereotipos de género, «impiden la participación plena de las mujeres en la vida social y política».
Caracas / Runrunes