Un funcionario del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) aseguró que muchos de los venezolanos deportados a El Salvador bajo la Ley de Enemigos Extranjeros no tienen antecedentes penales en Estados Unidos.
En una declaración jurada, Robert Cerna, director interino de la Oficina de Campo de Operaciones de Detención y Deportación de ICE, explicó que la falta de registros criminales en estos casos no debe considerarse un indicio de que los deportados no representen una amenaza, reseñó ABC News.
Según dijo, la ausencia de antecedentes penales en Estados Unidos se debe al corto tiempo que algunos de los deportados han pasado en el país. No obstante, enfatizó que esto no significa que no constituyan un peligro.
El agente subrayó que a los deportados los detuvieron bajo la suposición de que podrían pertenecer al Tren de Aragua, banda criminal considerada por Estados Unidos una organización terrorista.
Detalló que, aunque muchos de los deportados no tienen un historial criminal en Estados Unidos, algunos están detenidos o condenados por delitos graves como asesinato, agresión, tráfico de drogas y otros delitos violentos.
Cerna aclaró que la investigación de ICE no se basó únicamente en publicaciones en redes sociales o en tatuajes, sino que se emplearon diversos métodos de investigación, incluidos testimonios de víctimas y controles informáticos.
También mencionó que algunos de los deportados tenían antecedentes fuera de Estados Unidos. En particular, señaló que al menos cinco de ellos estaban sujetos a alertas de Interpol por presuntos delitos como violación, secuestro, trata de menores y posesión ilegal de armas.
Aunque el gobierno de Donald Trump ha insistido en que los deportados eran criminales violentos, la falta de transparencia sobre las identidades y el estatus legal de estos deja abierta la posibilidad de que a muchos no los hayan condenado y acusado por delitos en Estados Unidos, de acuerdo con el medio estadounidense.
El gobierno de Donald Trump aseguró el lunes que El Salvador tiene la facultad de deportar a los migrantes venezolanos que no estén vinculados con el Tren de Aragua y que ahora se encuentran en una prisión de máxima seguridad en el país centroamericano.
La administración justificó además que aunque algunos de los deportados no tengan antecedentes criminales, su permanencia en Estados Unidos era irregular, lo que sustentaría su expulsión.
Washington / EFE