El papa Francisco sopló una vela sobre un pastel que le regalaron al alba de su cumpleaños 82, durante una audiencia con los niños y familias de un dispensario en Santa Marta, una fundación del Vaticano que ofrece ayuda a madres de pacientes necesitados, en la sala Paul VI del Vaticano.
Mientras disfrutaba del compartir, el papa Francisco bromeó con ellos , diciendo que esperaba que “un pastel tan grande no le provocara indigestión” y sopló una vela sobre el pastel decorado con los colores oficiales amarillo y blanco del Vaticano.
Entre sus palabras dijo que los niños son buenos para enseñarles a los adultos a ser humildes, a comprender mejor la vida y a la gente. “Los orgullosos, los arrogantes, no pueden comprender la vida porque son incapaces de rebajarse”, dijo Francisco.
El pontífice se negó a sentarse en una silla tapizada y optó por sentarse en los escalones del escenario del auditorio del Vaticano.
Con ayuda de médicos, enfermeros y voluntarios, la fundación asiste a unos 400 niños, muchos de ellos de familias inmigrantes, y a sus madres.
Sin agenda
Como en años anteriores, no se prevé ninguna fiesta especial para celebrarlo sino que la jornada trascurrirá de manera rutinaria, cumpliendo con su agenda habitual de citas.
Todavía no se ha informado de cuál será su agenda ese día, pero es muy probable que dedique parte del día a preparar las audiencias privadas y a escribir las homilías y los mensajes "Urbi et orbi" de las celebraciones litúrgicas de Navidad.
Vaticano / Redacción Web