Un día después de que una embarcación venezolana naufragara en su intento por llegar a Curazao, el Gobierno de Nicolás Maduro sigue sin ofrecer ninguna información sobre los "balseros venezolanos", como han denominado a este grupo de personas en las redes sociales.
Según la información preliminar, un bote partió el miércoles desde el estado Falcón y naufragó frente a las costas del área de Koraal Tabak en Curazao, a unos 50 kilómetros de la costa norte de Venezuela.
En ese lugar, la Guardia Costera de la isla encontró ayer cuatro cadáveres, de dos hombres y dos mujeres, cuyas identidades se desconocen, aunque diversos medios de comunicación aseguran que se trata de ciudadanos venezolanos.
El portavoz de la Policía curazoleña, Reginald Huggings, señaló hoy en declaraciones a medios locales que si se confirma que los cadáveres se corresponden con ciudadanos venezolanos sería la primera vez que personas de esa nacionalidad se ahogan en el intento de llegar a la isla caribeña desde el país suramericano.
Dijo que durante las últimas semanas la Guardia Costera y la Policía interceptaron varias embarcaciones provenientes de Venezuela con personas que intentaban entrar ilegalmente en Curazao.
Según Huggins, se ha contactado a las autoridades en Venezuela en el intento de identificar a los cadáveres.
Aunque el Gobierno venezolano ha guardado silencio frente al caso, la oposición política ha lamentado el hecho y ha responsabilizado al chavismo por la suerte de todos los "balseros".
Declaraciones
El partido Voluntad Popular (VP) aseguró hoy que en la embarcación naufragada iban "aproximadamente" 30 venezolanos.
"Mostrar nuestro sentido de solidaridad y tristeza (...) con respecto a un peñero (embarcación) que salió de la Vela de Coro (noroeste) cargado aproximadamente con 30 personas (...) con la idea de alcanzar las costas de las islas de Curazao", indicó el diputado por el estado Falcón Luis Stefanelli.
Señaló en rueda de prensa que todos los náufragos son menores de 35 años y "algunos de ellos menores de edad".
Indicó que estas personas "iban en condición de inmigrantes ilegales" y que cada uno de ellos pagó "alrededor de 100 dólares para ser llevados a la isla de Aruba" en una embarcación que no reunía las condiciones "que zozobró y muchos de ellos se ahogaron".
Denunció que estos venezolanos serían "manejados por un coyote", una situación "extraordinariamente grave" de la que responsabilizó "directamente" a la Administración de Maduro.
Por su parte la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) aseguró en un comunicado que las muertes de estos venezolanos se dio por la "búsqueda desesperada de un futuro mejor lejos de la dictadura y en libertad".
Calificó a los ahogados de "nuevas víctimas de la dictadura de Nicolás Maduro" que, añadió, "se niega a abrir un canal humanitario, a convocar elecciones justas (...) que se niega a cumplir la Constitución y a garantizar que todos los derechos sean para todos los venezolanos y no para una élite corrupta".
La MUD finalizó el comunicado alertando al presidente dominicano, Danilo Medina, y a los cancilleres que acompañan el diálogo entre la oposición y el oficialismo venezolano en Santo Domingo de la "responsabilidad ineludible de Nicolás Maduro y su régimen en estos lamentables fallecimientos".
El viernes pasado, Maduro ordenó el cierre de las comunicaciones del país petrolero con las islas caribeñas de Aruba, Curazao y Bonaire para poner en marcha un operativo que acabe con los contrabandistas "que le dañan la economía a Venezuela".
Como resultado de la crisis económica en Venezuela, ciudadanos de ese país intentan, cada vez con mayor frecuencia, alcanzar las costas de los territorios caribeños de Aruba, Curazao y Bonaire.
Estimaciones no oficiales apuntan a que más de 5.000 venezolanos pueden permanecer sin permiso en Bonaire y otros 20.000 en Curazao.
La primera ministra de Aruba, Evelyn Wever-Croes, estimó recientemente que de una población de poco más de 100.000 personas que viven en ese territorio 12.000 son venezolanos en situación irregular.
Caracas / EFE