Son las 3 de la madrugada en Nueva York y Rafael Nadal está fundido por el esfuerzo brindado en una noche calor y humedad. El español ha sobrevivido a una pulseada de 4 horas y 49 minutos frente a Dominic Thiem para seguir adelante en el Abierto de Estados Unidos.
"Muy exigente en todos los aspectos”, resumió Nadal, quien se las verá con el argentino Juan Martín del Potro el viernes por el pase a la final del torneo en el que intenta revalidar el título. “Peleé hasta el final”.
En un partido en el que tuvo un arranque de pesadilla, Nadal salió a flote como él solo sabe hacerlo, empujado por su espíritu indomable, para imponerse 0-6, 6-4, 7-5, 6-7 (4), 7-6 (5).
“Ha sido un partido especial porque ha tenido de todo”, resaltó Nadal. “He pasado por muchas fases, pero en general ha sido un partido muy bonito, muy emocionante para los espectadores y los jugadores que hemos sido parte de ello”.
¿Cuán reñido, complicado y tenso fue?
El número uno del mundo cedió un set 6-0 por apenas cuarta vez en 282 partidos en un Grand Slam, acabó superado 171-166 en el total de puntos y estuvo a dos puntos de la derrota con la igualdad 5-5 en el desempate del quinto parcial.
“En el 5-5 es una moneda al aire”, comentó Nadal. “Ya te pueden contar los que tienen experiencia que cualquiera puede ganar y dependes un poquito de la suerte”.
Igualmente, Nadal acabó acongojado por ser el verdugo de Thiem, el rival al que también venció en junio en la final del Abierto de Francia para conquistar su 11mo título en el Slam que se juega en polvo de ladrillo.
“Dominic es uno de los jugadores que más aprecio”, dijo. “Es un compañero ejemplar dentro del circuito. Me sabe mal por él”.
Fue el segundo año seguido que el austríaco, quien el lunes cumplió 25 años, se despide de Nueva York con una amarga derrota. El año pasado cayó ante Del Potro en octavos tras dejarse remontar una ventaja de dos sets.
“El tenis es cruel a veces”, resumió Thiem con resignación.
Para vencer al noveno del mundo, Nadal también transpiró muchísimo en otra jornada en la que la temperatura excedió los 32 grados centígrados (90 F) y la humedad llegó al 50%. La imagen de una montaña de toallas blancas al lado de la silla de Nadal al lado de la cancha reflejó mejor que nada todo lo que sudó.
Después de solventar sin sobresaltos sus primeros dos partidos, la defensa del título de Nadal ha ido al límite. Sus partidos ante el ruso Karen Khachanov (4 horas y 23 minutos) en la tercera ronda y el de Thiem han sido lo más prolongados en lo que va del certamen.
Pero sigue adelante en procura de un cuarto título en Flushing Meadows y 18vo trofeo de Grand Slam.
Ahora le tocará medirse por 17ma vez con Del Potro.
Nadal aventaja 11-5 en el historial frente al campeón del US Open en 2009, incluyendo victorias en los últimos tres enfrentamientos, todos en las grandes citas. El más reciente fue un electrizante duelo a cinco sets en los cuartos de final de Wimbledon este año.
Pero el tenis del argentino es más pletórico en canchas duras como las del estadio Arthur Ashe.
Por ahora, el alivio de Nadal pasa por tener de un par días para recuperar energías.
Además, el tramo final de su duelo con Thiem, le entusiasmó con miras al fin de semana.
“Hay una cosa muy positiva para mí... mi nivel de juego ha ido a más durante el partido y en los últimos tres sets creo ha sido mi mejor nivel del torneo”.
Estados Unidos, Nueva York / AP