Yuretzi Narváez, padecía diabetes, era hipertensa y tenía cáncer en el estómago, según un activista, por lo que la familia quería transportarla antes de que empeorara. Medios internacionales reseñaron que la venezolana fue ingresada de emergencia en el hospital de Huixtla, en Chiapas (México), donde murió, luego de padecer complicaciones de salud durante el largo recorrido.
Parientes dijeron a la prensa mexicana que la venezolana viajaba en silla de ruedas y que actualmente se encuentran realizando trámites para incinerar sus restos y llevar las cenizas con ellos a Estados Unidos.
Sus allegados, al igual que la mayoría de los migrantes que componen esta caravana, están a la espera de que el gobierno de México les otorgue una visa humanitaria.
Por su parte, el también director del Centro de Dignificación Humana, Luis García Villagrán, informó que hasta el jueves en la noche la oficina del Instituto Nacional de Migración (INM) ubicada en Cerro Gordo, a cinco kilómetros de Huixtla, había entregado documentos migratorios a más de 2 mil extranjeros.
Sin embargo, están a la espera más de 4.000 personas procedentes de diversas naciones de Centro y Suramérica.
Según CNN En Español, un grupo de unas 2.300 personas partió este lunes de la ciudad de Tapachula; en el sur de México, hacia territorio americano, conforme al testimonio de un funcionario del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados.
El agente añadió que el grupo está compuesto principalmente por venezolanos, pero también incluye migrantes de Nicaragua, Cuba, El Salvador y Honduras.
La Nación / Caracas