Millones de filipinos acudieron este martes a los cementerios para honrar a sus fallecidos con motivo del Día de Todos los Santos, que vuelve a celebrarse tras dos años de prohibición debido a la pandemia de la covid-19, reseñó EFE.
Muchos filipinos acudieron a las iglesias para rezar por las almas de sus muertos y también compraron flores, velas y comida para visitar sus tumbas en los camposantos a pesar de la lluvia que cae hoy en gran parte del país.
Este día se celebra en Filipinas en un ambiente familiar y festivo, con familias pasando buena parte del día (a veces desde la noche anterior) junto a la tumba de sus difuntos, incluso cantando karaoke o haciéndose selfis en los cementerios.
En la superpoblada Manila, miles de familias honraron a sus seres queridos en el cementerio de Marikina, donde los nichos pintados de colores están ordenados unos sobre otros en bloques separados por intrincados pasillos.
Filipinas, que es la única nación de mayoría católica en Asia junto con Timor, es considerado el segundo país que más celebra el «Día de los Muertos» después de México.
El Día de todos los Santos es conocido en Filipinas como «Undas», una palabra tagala que procede del español «honrar», o Día de los Muertos, que para algunos también incluye al Día de los Fieles Difuntos que tiene lugar el 2 de noviembre.
Manila / Redacción Web