El ama de casa Beatriz Rodríguez y el transportista Julio Pérez, domiciliados en Araure, estado Portuguesa, tuvieron un mal presentimiento el pasado miércoles cuando su primogénito, el ingeniero electrónico Arnoldo José Arnoldo Durán Rodríguez, de 33 años, dejó de responder a sus llamadas telefónicas.
La pareja viajó desde aquella entidad para Anzoátegui, a fin de saber qué le pasaba a su ser querido, quien habitaba un apartamento de residencias Terrazas del Ingenio del sector Nueva Barcelona, en la capital anzoatiguense. Al entrar este jueves al inmueble, el matrimonio se llevó una terrible y dolorosa sorpresa: Durán yacía sin signos vitales tras haber sido atacado con un arma blanca.
En el lugar se presentaron funcionarios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) que hicieron una inspección en la escena del asesinato. Trasladaron los restos al anfiteatro del Servicio Nacional de Medicina y Ciencias Forenses (Senamecf), donde los expertos le contaron 11 heridas de cuchillo en el lado izquierdo del pecho.
Una fuente policial manifestó que barajan el robo como móvil del homicidio de Durán Rodríguez, aunque no descartan que otras hipótesis puedan surgir sobre la marcha de las averiguaciones. Presumen que Durán conocía al victimario, pues no estaban violentadas las puertas ni ventanas del apartamento.
Señaló que prosiguen con las pesquisas para identificar y apresar al autor de la muerte del profesional de la Ingeniería.
Un robo
Al ser abordados por los periodistas, Beatriz Rodríguez y Julio Pérez contaron que su hijo era nativo de Araure y llevaba 10 años residenciado en Anzoátegui.
Laboraba con la empresa internacional Honeywell Compañía Anónima (CA), con sede en Barcelona, y le hacía trabajos a Petróleos de Venezuela Sociedad Anónima (Pdvsa).
Julio Pérez relató que el pasado sábado 30 de junio llevaron a Anderson al aeropuerto de Valencia, donde abordó el avión que lo trajo a la capital anzoatiguense.
Afirmó que el asesino se robó la maleta con la ropa de su hijo, un televisor y una suma pequeña de dólares. Dijo desconocer el monto.
La docente Daibelis Rodríguez añadió que su sobrino José Arnoldo estaba casado con Susana Herrera, también ingeniera electrónica, quien desde hace tres meses se encuentra en Estados Unidos, donde realiza un curso.
Los parientes esperan que el Cicpc investigue el crimen para que se haga justicia.
El ama de casa Betzaida Quiroz expresó que su amigo Arnoldo era una buena persona y excelente profesional. “Apagaron una luz que cada día brillaba”.
Barcelona / Yraida Núñez
