Según la internacionalista María Teresa Romero los EE. UU., la Organización del Tratado del Atlántico Norte (Otan) y la Unión Europea (UE) no constituyen una amenaza para el gobierno de Vladimir Putin, ni justifica la agresión bélica desatada días atrás. Dice que el gran error del mandatario ruso fue pensar que sometería a Ucrania en tres días. Vislumbra una Rusia más debilitada, aislada, bloqueada y sin legitimidad global.
–¿Ha cometido Vladimir Putin un genocidio?
–Es evidente que Putin, cometiendo crímenes atroces, ha violado gravemente la Convención sobre el Genocidio que ambos países firmaron en 1948. No por casualidad la Corte Penal Internacional (CPI) ha iniciado una investigación sobre las acciones en Ucrania a petición de 39 países. Putin debe rendir cuentas.
–¿Está más cerca Putin de Hitler o de Stalin?
–Putin es hijo de Stalin y hermano menor de Hitler.
–Además de su ultranacionalismo, ¿ve alguna intensión de fondo u oculta de Putin en la invasión a Ucrania?
–Formado en la KGB y en el mito de la Gran Rusia Imperial, Putin se niega a aceptar que la Unión Soviética y la guerra fría desaparecieron y que la Rusia actual no cuenta con el poder y la influencia de antes. Egocéntrico, narcisista y megalómano como es, se cree el llamado a recuperar el imperio ruso.
–¿Es la Otan una amenaza militar para Rusia?
–Desde el punto de vista occidental, racional y democrático, no. Además, la Otan está en decadencia y era poco factible que aceptara la solicitud de Ucrania para formar parte de ella. De modo que la amenaza de seguridad que alega Putin es una excusa. Pero dadas las terribles circunstancias provocadas por el mismo Putin con su invasión y masacre de ciudadanos, puede que la Otan se vea en un momento dado obligada a actuar.
–¿Y los Estados Unidos?
–Tampoco. EE. UU. es una potencia en declive que ha asumido que en el mundo globalizado y de postguerra fría de hoy en día, las cosas son diferentes. Como hemos visto en los últimos años, prefiere replegarse militarmente y actuar diplomática y multilateralmente en los conflictos internacionales.
–¿Esperaba usted otra reacción de los Estados Unidos?
–No, desde hace tiempo EEUU ha optado por las presiones y sanciones, evitando el uso de la fuerza.
–¿Quién gana y quién pierde con los intentos de negociación?
–Los intentos de negociar la paz siempre son válidos e indispensables, especialmente cuando hay una guerra donde siempre las principales víctimas son los más inocentes. En una buena negociación todas las partes ganan y pierden algo. El problema con la actual es que las exigencias de Rusia son intolerables para Ucrania. Rusia busca el sometimiento total de Ucrania, que renuncie a su soberanía e independencia.
–¿Ha sido suficiente la presión de la OEA, la ONU y la UE?
–Ante una locura Imperial como la que ha demostrado Putin, que incluso amenaza con el uso de su fuerza nuclear, la presión tardía de esos organismos internacionales obsoletos, burocráticos y débiles, hasta el momento es insuficiente.
–¿Qué países ganan más en este río revuelto?
–Si continúa actuando comedidamente, China podría salir muy bien parada.
–¿Quiere Putin restablecer el imperio ruso?
–Es su sueño enfermizo. Pero justo esta osada invasión, que fue estratégicamente mal calculada, dejará a Rusia más debilitada económica, política y militarmente. Y aislada y bloqueada, sin legitimidad global, le será muy difícil cumplir su sueño imperial aunque finalmente destruya a Ucrania.
–¿Cómo será el mundo y sobre todo Europa después de esta guerra?
–Desde ya esta guerra ha puesto en jaque a todo el mundo occidental, a sus instituciones y formas de actuar que desde hace décadas piden a gritos una transformación sustancial. O cambia o seguirá deteriorándose, ahora más aceleradamente. Ojalá apueste por el cambio y ser más unido y consciente de la necesidad de luchar conjuntamente con los múltiples desafíos que existen, en particular con los dictadores y totalitarismos de nuevo cuño.
–¿Cederá Putin?
–Lo veo difícil, al menos a corto plazo. A pesar de las crecientes protestas en contra de la invasión y la guerra, aún una buena parte de la población rusa apoya el delirio Imperial de Putin.
–¿Cree que realmente inicie una guerra nuclear?
–Creo que Putin es un gánster, déspota y despiadado, así como muchas cosas más, sin embargo, no tan desquiciado como para acabar con él mismo, con Rusia y la humanidad.
–¿Qué vislumbra en lo inmediato?
–Más sangre, sudor y lágrimas, especialmente para los ucranianos.
–¿Qué será de Putin?
–Aunque logre imponerse a Ucrania a mediano plazo, su error estratégico al creer que acabaría con ese país en tres días, lo pagará caro. Putin ya empezó a cavar su propia tumba.
–¿Pagará caro Venezuela el apoyo del régimen a Rusia?
–El aislamiento internacional de uno de sus principales aliados ya le está afectando, económica y políticamente. Por eso no le queda otra que aceptar negociar con los Estados Unidos.
De perfil
Graduada de Licenciada en Comunicación Social en la Universidad Central de Venezuela, UCV (1982), María Teresa Romero cuenta con una Maestría en Ciencias Políticas de la Universidad de Pittsburgh, Estados Unidos (1985) y un Doctorado en Ciencias Políticas con mención en Relaciones Internacionales de la UCV (2006). Es Profesora Titular Jubilada de la Escuela de Estudios Internacionales de la UCV (1986-2012), donde ejerció varios cargos universitarios. También se ha desempeñado como asesora y analista política en varias instituciones gubernamentales y privadas, nacionales e internacionales, y ha recibido becas y reconocimientos académicos. Entre sus libros destaca: Castrochavismo Internacional: 20 años de ambición y destrucción; El enigma SAC: travesía vital de Simón Alberto Consalvi; Venezuela en defensa de su democracia: el caso de la Doctrina Betancourt; Biografía de Rómulo Betancourt; y Política Exterior Venezolana: El proyecto democrático, 1958-1998.
Caracas / Jolguer Rodríguez Acosta
