Lele Pons lleva a una vida bastante abierta en redes sociales, donde millones de seguidores se entretienen con sus videos humorísticos y otros tantos escuchan sus canciones. Pero pocos conocen una parte de ella muy distinta a lo que proyectan estas imágenes: Pons sufre de trastorno obsesivo compulsivo (TOC) grave, entre otros desafíos.
La influencer venezolana se abre sobre esta condición en “The Secret Life of Lele Pons”, una serie documental de YouTube Originals estrenada el martes en la que Pons lleva a los espectadores a todas partes: de su recámara a los estudios de grabación e incluso a las terapias con su psicóloga y otros momentos de confrontación con su afección mental.
“Lo que me empujó a querer hacerlo fue una niña pequeña”, dijo Pons en una entrevista reciente con The Associated Press (AP) realizada por videoconferencia desde su casa en Los Ángeles.
La niña no quería aceptar que tenía trastorno ni seguir su tratamiento o tomar medicamentos. Su terapeuta le pidió a Pons que hablara con ella. “Tú estás en mi club y yo estoy en tu club”, contó Pons que le dijo. Al enterarse que alguien famoso padecía lo mismo, la pequeña comenzó a seguir su tratamiento correctamente.
Según el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos, las personas con trastorno obsesivo compulsivo (TOC) tienen pensamientos indeseados (obsesiones) que causan un gran estrés y ansiedad ante los cuales sienten la necesidad de reaccionar (compulsiones). Estas últimas pueden llevar a conductas como colocar cosas en un orden específico o revisar algo una y otra vez. También pueden darse en forma de pensamientos que llevan, por ejemplo, a rezar, contar números o repetir palabras.
Quienes lo padecen sienten que al realizar estas conductas o tener estos pensamientos pueden evitar una situación temida, sin que esto tenga necesariamente relación con la realidad. Las obsesiones o compulsiones consumen mucho tiempo para el que las sufre, les generan una angustia intensa e interfieren con sus actividades diarias.
Duración
En la serie, que emitirá en total cinco episodios de manera semanal, Pons cuenta que de niña aguantaba un minuto la respiración porque creía que así podía ser feliz. En otra escena se le puede ver abriendo y cerrando la llave de la ducha varias veces después de terminar de bañarse.
Además del TOC, Pons dijo que tiene síndrome de Tourette, tics, depresión, hiperactividad y déficit de atención.
“Lo quise hacer de una forma que uno pudiera educar y pudiera ayudar a personas que no se sienten bien, tengan lo que tengan, que puedan tener esperanza. Tú puedes lograr lo que sea, aunque tengas lo que sea porque no te define”, afirmó Pons. “Tú eres más fuerte que eso”.
En su caso, a estos trastornos psicológicos se suman los retos que implica el ser una figura pública, incluyendo comentarios negativos o de odio en internet. Pons se sincera al decir que, al igual que a cualquier persona no famosa, los mensajes hostigadores la han hecho sentir muy mal por momentos.
Para defenderse de la negatividad compartió un consejo: “Si alguien es malo contigo, si alguien está haciendo un comentario feo, tienes que pensar qué está pasando en su casa para que ellos digan lo que están diciendo”.
En algún momento Pons dejó sus medicinas y terapia. Pensaba que podía arreglar sus trastornos viviendo sola en Los Ángeles, mientras su familia seguía en Miami.
“Cuando eso pasó yo estaba muy mal, no podía salir de la casa. Esto es muy difícil para manejar y no lo puedes hacer sola porque no es una cosa que se cura, es una cosa que tienes que practicar todos los días, vives con eso”, señaló, y comparó la situación con un paciente con diabetes o con cáncer dejando su tratamiento.
Reflexiones
“Creo que hice muchos errores en mi vida por causa de esto, y aprendí mucho”, agregó.
En muchas escenas del documental vemos a Pons sin maquillaje y con ropa deportiva, especialmente en las sesiones con su terapeuta Katia Moritz, quien la ha atendido por más de una década.
La celebridad indicó que Moritz accedió a recibir al equipo de producción en su consultorio para ayudarla, pero que a la terapeuta le preocupaba cómo reaccionaría Pons cuando la serie viera finalmente la luz. “Por eso tardamos mucho haciendo esta serie, porque ella quería saber cuándo yo de verdad estaba preparada para decírselo al mundo y esperamos hasta que ella dijera que estaba preparada”.
La serie también aborda su relación con su padre, quien reveló que era gay tras haber vivido años casado con su madre.
“Yo puedo decir que mi experiencia es increíble. Yo amo a mi papá”, declaró. “Apoyo completamente a mi papá. Yo estoy acá por él, le debo mi vida, y cuando yo descubrí que mi papá era gay yo era muy pequeña, no sabía lo que era, pero quería aprender muchísimo, quería saber de su vida”.
Al ver el resultado final del documental, Pons se sintió animada. Dentro de todas las batallas que ha librado se da cuenta que quienes no conocen este lado de ella podrán ver que es una chica completamente normal.
En cuanto al confinamiento por la pandemia, aseveró que no ha afectado tanto su salud mental porque igual no le gusta muchos salir de casa, y que se ha mantenido de buen ánimo. Pero a quienes puedan sentir dificultades por el encierro dedicó unas palabras de aliento: “No estamos solos, estamos todos en lo mismo”.
Ciudad de México / Berenice Bautista / AP