Durante el año, representantes de diversas Organizaciones No Gubernamentales (ONG) que hacen vida en la zona metropolitana de Anzoátegui realizan actividades sociales para atender a las personas más vulnerables, especialmente en lo relativo a la alimentación.
Sin embargo, como la Navidad es una época de alegría y compartir, las organizaciones se encargan —para cerrar con broche de oro los 12 meses de labor— de reafirmar las esperanzas de los grandes y chicos de una manera más especial.
Y es que la mayoría de las ONG se encuentran regalando sonrisas al brindarles, por ejemplo, la posibilidad de degustar un plato típico de la temporada, vestir una prenda en buen estado y hasta recibir un juguete —esto último en el caso de los niños—, cuando menos lo esperan.
Una de ellas ha sido el programa Cambiando Rutinas (@cambiandorutinas en Instagram) que lidera el reportero gráfico Samir Aponte, quien desde el 16 de diciembre emprende una agenda especial a la que acostumbraba realizar, desde la comunidad indígena de los Waraos, en la zona rural del municipio Simón Bolívar.
“Primero acudimos con un grupo de odontólogos voluntarios, quienes aparte de dar una charla sobre el cepillado bucal, entregaron crema y cepillo dental; también llevaron ropa, alimentos y juguetes. Se beneficiaron unas 75 personas entre adultos y niños. Luego fuimos el 18, con el equipo del Doctor Yaso”, relató Aponte.
Desde principios de noviembre, Doctor Yaso se encontraba realizando una campaña, a través de sus redes sociales, para hacer la tradicional visita foránea: donaciones de ropa y juguetes nuevos o en buen estado, y entrega de insumos no perecederos, era parte de lo solicitado.
Luego, el día 20, al programa Cambiando Rutinas se sumó la Fundación Proyecto Vinotinto, para alegrar a los habitantes de la parte baja de Las Bateas de Maurica, en Barcelona. 150 niños disfrutaron de atracciones como castillo inflable, golosinas y la visita de un San Nicolás que se encargó de repartir los regalos.
“Todo esto tiene la finalidad de sensibilizar a la sociedad, porque buscamos promover valores mediante el arte de la fotografía. Yo, como reportero gráfico, quiero documentar y visibilizar a las comunidades vulnerables aportando”, resaltó Aponte.
Por otro lado, existen organizaciones como la Fundación Un Regalo al Corazón (@1regaloalcorazón), que decidieron cerrar la labor social que realizan al año, con una fiesta navideña, el 18 de diciembre.
Aunque el número de personas en condiciones vulnerables que suelen atender es de 120, aproximadamente, en esta oportunidad lanzaron la actividad abierta en el estadio del sector 3 de Las Casitas, en la capital anzoatiguense, beneficiando a muchos más.
“Queríamos para 1.000 niños, pero no lo logramos. Se logró dar 450 regalos, aunque eran más los asistentes. Sin embargo, todos disfrutaron de un castillo inflable, cama elástica y golosinas. Fue una actividad que veníamos preparando desde el Día del Niño, pero no todos pudieron prestar el apoyo”, contó Jesse Garnier, presidente de la fundación.
El Refugio de la Divina Misericordia (@Redimi), que lleva 17 años dándole alimentos a las personas de la tercera edad, en la sede ubicada en la calle Los Cocos de Puerto La Cruz, fue otro de otro de los que realizaron un evento para cerrar el año.
“Tratamos de dignificar al hermano que le damos comida durante todo el año y que en su mayoría son de la calle, ahora con un plato navideño para el cierre de las actividades. Regresamos en enero”, manifestó José Ernesto Jiménez, directivo del centro.
Para llevar a cabo la actividad que se realizó el 21 de diciembre, dos semanas antes iniciaron la campaña para recolectar ingredientes. El objetivo fue preparar 200 platos navideños con hallaca, ensalada, pan, torta y bebida.
“Normalmente damos para llevar, pero ese día les dimos su bandeja y nos sentamos”, resaltó Jiménez.
Puerto La Cruz / Elisa Gómez