La ciudad suiza de Ginebra cerró su aeropuerto el jueves “hasta nueva orden” por las nevadas ocasionadas por la ola de frío que recorre Europa.
En Francia, el mal tiempo alteró el tránsito aéreo, dejó a conductores varados y provocó la suspensión de las clases.
El cibersitio del aeródromo suizo aconsejó a los pasajeros que no acudan a las instalaciones y que comprueben el estado de sus vuelos con las aerolíneas.
El mal clima en todo el continente podría causar demoras prolongadas, explicó el vocero del aeropuerto, Sebastien Leprat, agregando que no hay una decisión formal sobre la reapertura, que se demoró durante la mañana.
En apenas de tres horas durante la madrugada del jueves, en la zona cayeron 13 centímetros (unas cinco pulgadas) de nieve, explicó Dominique Stussi, meteorólogo del servicio nacional MeteoSuisse.
En Francia, la agencia meteorológica estatal puso en alerta a la mitad del país por niveles peligrosos de nieve, hielo, inundaciones y fuertes vientos.
La nieve tiñó de blanco París y sus inmediaciones y las autoridades instaron a quienes viajan a diario a la capital para trabajar a que dejan sus autos estacionados en casa por las peligrosas condiciones.
La nevada que afectó al norte de Francia alcanzó cotas más al sur como Montpellier, cerca del mar Mediterráneo. Tanto el aeropuerto de la ciudad como el de la localidad turística de Biarritz, en la costa atlántica, sufrieron interrupciones a causa de la nieve.
Las televisoras francesas emitieron imágenes de gente atrapada en sus vehículos en carreteras nevadas de la zona, donde la nieve es un fenómeno muy inusual.
Ginebra / AP