Cuando se habla de dolores de cabeza que se tornan fuertes y recurrentes, lo que se suele pensar es que se está frente a una migraña. La diferencia radica en función de la intensidad y la frecuencia con que se presentan.
El alivio de esta afección se puede tornar difícil cuando no se acude a los centros de salud en busca de tratamiento, como se explica en las redes sociales de la Clínica Municipal de Lechería, .
Pero hay algunos factores fijos, como el estrés, el consumo de cafeína o alcohol, que son capaces de desencadenarlas. Las alternaciones en los hábitos del sueño, los edulcorantes, conservantes, desequilibrios en las horas de la comida y alto consumo de sal también influyen en la aparición de esta dolencia.
Para identificar la migraña, se identifican síntomas como nauseas, vómitos, sensibilidad a la luz y a ruidos fuertes. También pueden presentarse dificultades al hablar y debilidad en una parte del cuerpo.
Según el Instituto Municipal Autónomo de Salud Urbaneja (Imasur) la mejor forma de tratar esta molestia, capaz de alterar la cotidianidad de las personas, es llevar un control de los episodios y su duración. En ese contexto se debe visitar al médico para que éste haga una evaluación de los patrones del dolor.
El portal MedlinePlus señala que las mujeres, personas con antecedentes y pacientes con patologías adicionales son más propensos a sufrir de migraña, pero en todos los casos lo que procede es mantener un estilo de vida saludable.
Es importante estar atentos a los desencadenantes de la crisis, para poder contar con análisis certeros y, por ende, con las mejores indicaciones de los profesionales de la Medicina.
Lechería / Oriana García Rivas